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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#11
Zaide se llevó una mano a la cara, dejando tan solo a la vista su ojo carmesí.

Maldito seas por obligarme a hacerlo, chico. —Se levantó. Hizo una seña con la mano para que alguien del interior de la cueva se acercase: era un clon suyo, que traía a Yota amordazado y esposado

El joven kusajin miró a su compañero de batallas. Tenía la cara llena de moratones, un ojo hinchado, el labio partido y tenía sangre seca en los orificios de la nariz. Intentó decirle algo, pero la mordaza impedía que se le entendiese nada más que sonidos incoherentes. El clon desapareció en un sonoro: ¡pluff!

No solo me ha contado sobre vuestra morada, chico. En cuanto amenacé con matar a su araña, la ubicación de Kusagakure fue lo menos importante que me reveló. —Extrajo el hacha de su cinto, y apuntó con ella a Daigo—. Que sepas que esto es tu responsabilidad. Esto, es cosa tuya.

El hacha bajó…

¡¡¡GGGHHHHHHH!!!

… y se llevó por delante un pie de Yota. No fue un golpe limpio. Se había quedado encajado en mitad del hueso, roto, y tuvo que sacarlo de un fuerte tirón y darle otro tremendo hachazo para terminar de cercenárselo. Yota chillaba, gemía, se sacudía. El pie le chorreaba sangre y Zaide tuvo que aplicarle un torniquete. Luego se acercó a la hoguera y dejó que el hacha se calentase en el fuego por unos eternos segundos. Fue hasta Yota y le pegó la hoja en la herida abierta. Empezó a salir humo, y los chillidos de Yota fueron tan agudos que terminó por desmayarse.

El olor a piel quemada y sangre empapó el olfato de Daigo. Zaide empezó a abofetear a Yota para que se despertase.


Por aclarar, sí, estás en un Genjutsu. Nada tiene que ver con la AO de antes, la cual sigue ahí. Como me mantenías la mirada, el Saimigan fue ejecutado en este turno
[Imagen: Uchiha-Zaide-eyes2.png]
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Mensajes en este tema
RE: ¡Doctor, no siento las piernas! - por Uchiha Zaide - 25/07/2021, 00:25


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