28/07/2021, 12:55
— Espero que lleveis dinero encima... Por que... — respondió el grandullón entonces
— Mas arriba hay unos bandidos que obligan a cobrar un "peaje" a aquellos que quieren pasar — añadió alzando una mano un poco mientras hablaba. — Queríamos tirar las cenizas de nuestro padre desde la montaña como su última voluntad y... Bueno, casi nos lo arrebatan por ser una urna por la que tal vez podían hacer algo de precio
El más grande de ellos mostraría entonces una vasija de color blanco con algunos detalles en dorado y azul por los bordes, y un grabado de un paisaje montañoso. La sostenia con sus dos enormes manos, pero casi le cabía dicho ornamento en la palma de una de estas por poco.
— Oh si, aquellos tipos — respondió Fëng llevándose una mano al mentón, y alzando la vista. — Ayer me intentaron robar también, pero conseguí evadirlos sin mucho problema. Bueno ¿seguimos Chika? — dijo girándose a ella.
— ¿V-Vais a subir aún así? — dijo algo amedrentado, al recordarlos.
— A-Ayer tendrías suerte, pero os sacaran hasta la última moneda que tengáis
— No te preocupes por ello, seguro que ella es capaz de ocuparse sin problemas. Es una genin de Amegakure, seguro que solo con verla salen despavoridos ante una asesina en serie como ella
Los hermanos se miraron entre ellos, bastante asustados mientras Fëng soltaba semejantes palabras tan ancha y en claro contraste su sonrisa con la de aquellos hombres. El objetivo de ellos era común, si fuera un ninja de cualquier otra aldea no habrían dudado en pedirle ayuda a la joven peliazul, pero ahora la idea les aterraba ligeramente.
— Mas arriba hay unos bandidos que obligan a cobrar un "peaje" a aquellos que quieren pasar — añadió alzando una mano un poco mientras hablaba. — Queríamos tirar las cenizas de nuestro padre desde la montaña como su última voluntad y... Bueno, casi nos lo arrebatan por ser una urna por la que tal vez podían hacer algo de precio
El más grande de ellos mostraría entonces una vasija de color blanco con algunos detalles en dorado y azul por los bordes, y un grabado de un paisaje montañoso. La sostenia con sus dos enormes manos, pero casi le cabía dicho ornamento en la palma de una de estas por poco.
— Oh si, aquellos tipos — respondió Fëng llevándose una mano al mentón, y alzando la vista. — Ayer me intentaron robar también, pero conseguí evadirlos sin mucho problema. Bueno ¿seguimos Chika? — dijo girándose a ella.
— ¿V-Vais a subir aún así? — dijo algo amedrentado, al recordarlos.
— A-Ayer tendrías suerte, pero os sacaran hasta la última moneda que tengáis
— No te preocupes por ello, seguro que ella es capaz de ocuparse sin problemas. Es una genin de Amegakure, seguro que solo con verla salen despavoridos ante una asesina en serie como ella
Los hermanos se miraron entre ellos, bastante asustados mientras Fëng soltaba semejantes palabras tan ancha y en claro contraste su sonrisa con la de aquellos hombres. El objetivo de ellos era común, si fuera un ninja de cualquier otra aldea no habrían dudado en pedirle ayuda a la joven peliazul, pero ahora la idea les aterraba ligeramente.