28/07/2021, 19:58
—Oh, muchas gracias. ¿Quieres una? Mi madre las hace siempre. Ya n-no puede acompañarme a entrenamientos, así que me las da como... Una especie de talismán, creo je.
Chika aceptó la oferta de Ranko con mucho entusiasmo. Demasiado incluso, pero es que la kusajin había aceptado la mitad de su almuerzo. Que ella le había ofrecido, por supuesto, pero era la mitad de toda su alimentación diaria.
— Claro. — dijo mientras cogía la galleta y la devoraba al instante. — Muy rica.
Alabó la galleta con la boca llena, intentando satisfactoriamente no escupir ni una sola miga. Tras eso, se quedaron un buen rato comiendo y charlando hasta que empezó a oscurecer y ambas kunoichis se despidieron.
Con una promesa y una fecha.
Chika aceptó la oferta de Ranko con mucho entusiasmo. Demasiado incluso, pero es que la kusajin había aceptado la mitad de su almuerzo. Que ella le había ofrecido, por supuesto, pero era la mitad de toda su alimentación diaria.
— Claro. — dijo mientras cogía la galleta y la devoraba al instante. — Muy rica.
Alabó la galleta con la boca llena, intentando satisfactoriamente no escupir ni una sola miga. Tras eso, se quedaron un buen rato comiendo y charlando hasta que empezó a oscurecer y ambas kunoichis se despidieron.
Con una promesa y una fecha.