29/07/2021, 10:29
Si había algo que la chica tenía que reconocerle al hombre es que tiene la paciencia de mil monjes. Controlar esa situación tan periódicamente y contratar ninjas para que lo ayuden, además de tener que soportar ciertas actitudes de la gente que contrataba, era todo un mérito. Más allá de responder las cosas que decía la joven, solo se limitaba a que todo el trabajo se realice y que puedan salir de los malos momentos lo más rápido posible.
—Perfecto señor. — hizo un gesto de "Ok" juntando el pulgar y el índice, formando un circulo con ambos dedos.
Luego de eso, no soltaría ninguna palabra más. Reanudó el trabajo y se puso manos a la obra con lo poco que quedaba para secar.
—Perfecto señor. — hizo un gesto de "Ok" juntando el pulgar y el índice, formando un circulo con ambos dedos.
Luego de eso, no soltaría ninguna palabra más. Reanudó el trabajo y se puso manos a la obra con lo poco que quedaba para secar.