2/08/2021, 01:57
—Después de lo que me dijiste la otra vez no pude evitar ir con tu padre para... hablar. No quedamos en los mejores términos.
—Así que me pregunté: ¿cómo hago para decirle a Kinumi que quiero verla? Y entonces recordé que soy amigo de este chico.
En este punto, Kinumi solo se masajeaba los parpados lentamente. Ver las gesticulaciones de Toshio junto a lo que decía era demasiado para cualquier cerebro humano funcional.
—No hagas eso, por favor....
—Y... bueno, eso. No había planeado mucho más, pero quería hablar contigo.
Literalmente podía darse la vuelta e irse. A pesar de que había comprobado que correr no valía de mucho con esos estúpidos kimonos podía irse andando sin más. Pero... no lo haría porque no quisiera hablar con él, lo haría por cobardía. Porque encarar a Toshio era encarar de nuevo el tema de ser ninja, un tema que había cerrado por motivos de seguridad emocional. Así que no podía quedarse sin más y no podía irse sin más.
Se cruzó de brazos de nuevo y frunció el ceño, esta vez sin rastro de confusión sino de enfado.
— ¿Ahora quieres hablar? ¿Y estos últimos meses qué? No puedes simplemente ir desapareciendo y apareciendo en mi vida a tu antojo y encima hacer exigencias. ¡Y hablar con mi padre a mis espaldas! ¿En qué estabas pensando?
Por supuesto que Kinumi sabía lo de que había hablado con su padre. Podían tener muchas cosas malas en la familia, pero no se guardaban secretos.
—Así que me pregunté: ¿cómo hago para decirle a Kinumi que quiero verla? Y entonces recordé que soy amigo de este chico.
En este punto, Kinumi solo se masajeaba los parpados lentamente. Ver las gesticulaciones de Toshio junto a lo que decía era demasiado para cualquier cerebro humano funcional.
—No hagas eso, por favor....
—Y... bueno, eso. No había planeado mucho más, pero quería hablar contigo.
Literalmente podía darse la vuelta e irse. A pesar de que había comprobado que correr no valía de mucho con esos estúpidos kimonos podía irse andando sin más. Pero... no lo haría porque no quisiera hablar con él, lo haría por cobardía. Porque encarar a Toshio era encarar de nuevo el tema de ser ninja, un tema que había cerrado por motivos de seguridad emocional. Así que no podía quedarse sin más y no podía irse sin más.
Se cruzó de brazos de nuevo y frunció el ceño, esta vez sin rastro de confusión sino de enfado.
— ¿Ahora quieres hablar? ¿Y estos últimos meses qué? No puedes simplemente ir desapareciendo y apareciendo en mi vida a tu antojo y encima hacer exigencias. ¡Y hablar con mi padre a mis espaldas! ¿En qué estabas pensando?
Por supuesto que Kinumi sabía lo de que había hablado con su padre. Podían tener muchas cosas malas en la familia, pero no se guardaban secretos.