3/08/2021, 12:13
—Lo dijo, lo dijo, pero he sido un poco insistente. —
Había metido a Tamao en la conversación para que no solo recibiese Toshio, y la verdad es que se sintió un poco mal por ello, pero aún se sintió peor cuando el pelirrojo no le dejó ni hablar. ¿Qué era? ¿Su lacayo? Daba toda la sensación de que lo tenía extorsionado o algo así para obligarle a ayudarle. No dijo nada más al respecto, pero alzó una ceja reprobatoria.
—. Entonces ¿dices que si te envío una carta con mi nombre tu padre estará de acuerdo con que vengas a verme? Porque si es así lo haré a menudo.
Parecía que alguien había olvidado la primera vez que se vieron.
— Creo que no tengo problemas en engañar yo misma a quien tengo que engañar. De hecho, podría haber reusado lo de la fiesta de graduación. Y sí, claro que puedes mandarme cartas. Dudo que hayas oído lo contrario. Mis cartas llegan directamente a mi, no pasan por mi padre.
La excusa de Toshio, que era la paranoia de Toshio, no le sonaba creible a Kinumi. Por lo que ella sabía, su padre solo le había dicho que no aceptase más misiones para ellos. Pero nada sobre cartas. Además, ¿mentiras en una casa Uchiha? Podía simplemente preguntar a cualquier criada y descubrir si le estaban escondiendo algo.
—Si no te molesta, vamos. Y si te hacía ilusión tomar té, conozco un buen sitio.
— Eres libre de hacer lo que quieras, y sí, preferiría el té en algún sitio resguardado. ¿A quien se le ocurre quedar en los acantilados en pleno invierno? — se giró haciendo el gesto más altanero posible.
Por suerte, Toshio le estaba poniendo facil indignarse con él.
Había metido a Tamao en la conversación para que no solo recibiese Toshio, y la verdad es que se sintió un poco mal por ello, pero aún se sintió peor cuando el pelirrojo no le dejó ni hablar. ¿Qué era? ¿Su lacayo? Daba toda la sensación de que lo tenía extorsionado o algo así para obligarle a ayudarle. No dijo nada más al respecto, pero alzó una ceja reprobatoria.
—. Entonces ¿dices que si te envío una carta con mi nombre tu padre estará de acuerdo con que vengas a verme? Porque si es así lo haré a menudo.
Parecía que alguien había olvidado la primera vez que se vieron.
— Creo que no tengo problemas en engañar yo misma a quien tengo que engañar. De hecho, podría haber reusado lo de la fiesta de graduación. Y sí, claro que puedes mandarme cartas. Dudo que hayas oído lo contrario. Mis cartas llegan directamente a mi, no pasan por mi padre.
La excusa de Toshio, que era la paranoia de Toshio, no le sonaba creible a Kinumi. Por lo que ella sabía, su padre solo le había dicho que no aceptase más misiones para ellos. Pero nada sobre cartas. Además, ¿mentiras en una casa Uchiha? Podía simplemente preguntar a cualquier criada y descubrir si le estaban escondiendo algo.
—Si no te molesta, vamos. Y si te hacía ilusión tomar té, conozco un buen sitio.
— Eres libre de hacer lo que quieras, y sí, preferiría el té en algún sitio resguardado. ¿A quien se le ocurre quedar en los acantilados en pleno invierno? — se giró haciendo el gesto más altanero posible.
Por suerte, Toshio le estaba poniendo facil indignarse con él.