3/08/2021, 17:43
—Muy bien
El Uchiha había tomado una bolsa, la cual reconocí prácticamente al instante, del cual sacó un caramelo para saborearlo delante de mis narices.
«¡Serás cabrón!»
—. Espero no te importe. Cuando te cachee llevabas un montón. Hmm... Joder, ¡no están mal!
Pues claro que estaban buenos, eran los mejores de todo Ōnindo. Aún tenía que probar unos caramelos más gustosos y dulces. Creo que me había caído un poco de baba. En aquellos instantes mataría por uno de esos.
— D-Dame uno-o....
—Última pregunta, chico. Háblame sobre las relaciones externas de Kusagakure. Entendí que forjasteis una especie de alianza con las otras dos villas, ¿cierto? Cuéntame un poco de qué va ese rollo. Quiero estar al día.
— ¿Eh...? — dije mientras seguía teniendo en mi cabeza los malditos caramelos. Me relamí los labios. — No conozco demasiados detalles pero básicamente es una especie de tregua. Ya sabes, hay que unir fuerzas para asegurar la victoria contra Kurama y su ejército de hijos de puta
¿Por qué le había dicho eso sin oponer siquiera resistencia? Aquella pregunta retumbaría miss esos durante un rato largo. Supongo que la respuesta más acertada o acercada es que había sucumbido, mis resistencia se había esfumado por completo y lo que necesitaba era un puto caramelo y descansar, sin esposas ni nada. Pasar página y avanzar hasta el día siguiente. Ni siquiera pensaba en lo que podría suceder de ahora en adelante con Kintsugi cuando ese cabrón fuese a pedir el dinero del maldito rescate.
El Uchiha había tomado una bolsa, la cual reconocí prácticamente al instante, del cual sacó un caramelo para saborearlo delante de mis narices.
«¡Serás cabrón!»
—. Espero no te importe. Cuando te cachee llevabas un montón. Hmm... Joder, ¡no están mal!
Pues claro que estaban buenos, eran los mejores de todo Ōnindo. Aún tenía que probar unos caramelos más gustosos y dulces. Creo que me había caído un poco de baba. En aquellos instantes mataría por uno de esos.
— D-Dame uno-o....
—Última pregunta, chico. Háblame sobre las relaciones externas de Kusagakure. Entendí que forjasteis una especie de alianza con las otras dos villas, ¿cierto? Cuéntame un poco de qué va ese rollo. Quiero estar al día.
— ¿Eh...? — dije mientras seguía teniendo en mi cabeza los malditos caramelos. Me relamí los labios. — No conozco demasiados detalles pero básicamente es una especie de tregua. Ya sabes, hay que unir fuerzas para asegurar la victoria contra Kurama y su ejército de hijos de puta
¿Por qué le había dicho eso sin oponer siquiera resistencia? Aquella pregunta retumbaría miss esos durante un rato largo. Supongo que la respuesta más acertada o acercada es que había sucumbido, mis resistencia se había esfumado por completo y lo que necesitaba era un puto caramelo y descansar, sin esposas ni nada. Pasar página y avanzar hasta el día siguiente. Ni siquiera pensaba en lo que podría suceder de ahora en adelante con Kintsugi cuando ese cabrón fuese a pedir el dinero del maldito rescate.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa