4/08/2021, 15:09
(Última modificación: 4/08/2021, 15:10 por Zhaoren Lyndis. Editado 1 vez en total.)
Tras el trueno que cayó al líder, un segundo pareció seguirlo segundos después pero esta vez dirigido contra el segundo al mando, que recibió una patada en el torso que lo dejaría también derrotado en el suelo a varios metros de su líder. Sería entonces cuando uno de los hermanos, el más bajo de ellos, se acercaría hasta Chika, bastante alterado y posteriormente el más grande.
—¡L-La vasija, d-debe de haber otra vasija! — Le gritó para después mirar a los lados sin cambiar de parecer.
En el otro combate, Fëng se interponia entre el mediano y los otros dos bandidos.
— ¡Solo tenías que pagar la recompensa, y te devolveriamos la otra vasija! ¡Ahora te vas a ir al infierno con tus padres! — recogería la parte de la lanza la cual todavía sostenía el punzante acero, dispuesto a atravesarle mientras el otro se dirigía contra la mujer ciega.
Fëng giraria entonces sobre ella misma, extendiendo las manos hacia delante expulsando desde ese mismo sitio una fuerte corriente de aire ( 50 [PV), dejando fuera de juego también al matón que portaba aquella improvisada arma al golpearse contra la pared de la montaña. El bandido restante se abalanzó sobre ella al haberse quedado en una posición tan expuesta, agarrándola por debajo de las axilas y debajo sus brazos en alto. La morena respondió en el acto, pisando su pie ( 21 PV) y agarrándole de uno de sus brazos forzando a que cayera al suelo mientras apretaba para evitar que el dolor le hiciera seguir peleando (21 [PV por la llave).
— Que poca vergüenza, ni si quiera a los muertos respetais por un puñado de asquerosas monedas — añadiria mientras se mantenía con una rodilla en la ancha espalda del bandido, y con una mano forzaba a que el brazo estuviera detras algo retorcido.
—¡L-La vasija, d-debe de haber otra vasija! — Le gritó para después mirar a los lados sin cambiar de parecer.
En el otro combate, Fëng se interponia entre el mediano y los otros dos bandidos.
— ¡Solo tenías que pagar la recompensa, y te devolveriamos la otra vasija! ¡Ahora te vas a ir al infierno con tus padres! — recogería la parte de la lanza la cual todavía sostenía el punzante acero, dispuesto a atravesarle mientras el otro se dirigía contra la mujer ciega.
Fëng giraria entonces sobre ella misma, extendiendo las manos hacia delante expulsando desde ese mismo sitio una fuerte corriente de aire ( 50 [PV), dejando fuera de juego también al matón que portaba aquella improvisada arma al golpearse contra la pared de la montaña. El bandido restante se abalanzó sobre ella al haberse quedado en una posición tan expuesta, agarrándola por debajo de las axilas y debajo sus brazos en alto. La morena respondió en el acto, pisando su pie ( 21 PV) y agarrándole de uno de sus brazos forzando a que cayera al suelo mientras apretaba para evitar que el dolor le hiciera seguir peleando (21 [PV por la llave).
— Que poca vergüenza, ni si quiera a los muertos respetais por un puñado de asquerosas monedas — añadiria mientras se mantenía con una rodilla en la ancha espalda del bandido, y con una mano forzaba a que el brazo estuviera detras algo retorcido.