10/08/2021, 09:25
Viendo que Fëng tenía todo bajo control, Chika se quedó atrás vigilando la retaguardia. No sería raro que los bandidos tuviesen más compinches y estos los volvieran a emboscar. Sin embargo, todo parecía tranquilo.
La guarida de los bandidos tampoco era nada del otro mundo. Una pequeña cueva iluminada por antorchas oculta tras una roca, desde luego, no eran los bandidos más creativos del mundo. Podían haber puesto algún tipo de mecanismo para abrir la cueva algo más complejo, con poleas, codigos secretos o alguna cosa así. Tal vez esperaba mucho de simples bandidos.
Volvieron con la vasija y los hermanos ya habían atado al resto de bandidos. Recogieron su vasija de las manos del bandido de malas maneras.
— Bueno, ¿seguimos? — preguntó Chika señalando el camino que seguía subiendo por los escalones.
Al fin y al cabo, todos habían venido a subir hasta arriba, no a pelear con bandidos.
La guarida de los bandidos tampoco era nada del otro mundo. Una pequeña cueva iluminada por antorchas oculta tras una roca, desde luego, no eran los bandidos más creativos del mundo. Podían haber puesto algún tipo de mecanismo para abrir la cueva algo más complejo, con poleas, codigos secretos o alguna cosa así. Tal vez esperaba mucho de simples bandidos.
Volvieron con la vasija y los hermanos ya habían atado al resto de bandidos. Recogieron su vasija de las manos del bandido de malas maneras.
— Bueno, ¿seguimos? — preguntó Chika señalando el camino que seguía subiendo por los escalones.
Al fin y al cabo, todos habían venido a subir hasta arriba, no a pelear con bandidos.