17/08/2021, 22:48
Suzaku soltó un fuerte estornudo y un escalofrío recorrió su cuerpo. Tenía un mal presentimiento, como si alguien hubiese pronunciado aquel nombre que detestaba con todas sus fuerzas. Pero terminó por encogerse de hombros y sacudió la cabeza, espantando aquellos pensamientos. Aquél era el mejor día de su vida, el día que su vida comenzaría a cambiar. Y nada ni nadie podría hacer nada por evitarlo.
Estaba frente al espejo del comedor, con su bandana recién conseguida entre las manos y probando a colocársela en diferentes lugares. Probó en el cuello a modo de bufanda, sobre la cabeza como una diadema... Para cuando su hermana salió del baño, se la había puesto en la frente. Le sonrió a través del reflejo del espejo.
—Qué. No me mires así —replicó Umi, con un nuevo espasmo de dolor—. Qué.
—Algún día deberías controlarte con esos cereales, ¿no crees? —Suzaku alzó una ceja—. Ay, no me convence en la frente. Demasiado... clásico. ¿Qué te parece en la cintura? ¿Me queda bien? —le preguntó, mientras se colocaba la cinta de color rosa (ya se la había personalizado para ello) y la anidó en torno a su abdomen—. Perfecta, ¿a que sí?
Estaba frente al espejo del comedor, con su bandana recién conseguida entre las manos y probando a colocársela en diferentes lugares. Probó en el cuello a modo de bufanda, sobre la cabeza como una diadema... Para cuando su hermana salió del baño, se la había puesto en la frente. Le sonrió a través del reflejo del espejo.
—Qué. No me mires así —replicó Umi, con un nuevo espasmo de dolor—. Qué.
—Algún día deberías controlarte con esos cereales, ¿no crees? —Suzaku alzó una ceja—. Ay, no me convence en la frente. Demasiado... clásico. ¿Qué te parece en la cintura? ¿Me queda bien? —le preguntó, mientras se colocaba la cinta de color rosa (ya se la había personalizado para ello) y la anidó en torno a su abdomen—. Perfecta, ¿a que sí?