19/08/2021, 19:08
Que los ninjas eran más rapidos que los ferrocarriles no era un secreto para la mayoria de la gente de Oonindo. Pero al fin y al cabo era una técnologia que estaba todavía pendiente de desarrollo, y la disposición de las redes ferroviarias también; pero permitian llevar grandes pesos de una manera más comoda, llevar a casi un par de centener de personas en sus vagones y también te ahorrabas el hecho de tener que caminar y cansarte.
Aun con esas, el viaje se hizo más largo de lo previsto para Lyndis, su tren se detuvo hasta en dos ocasiones, una Dios sabe por qué, y la otra porque un grupo de ganado había invadido las vías. En esta última, se asomó por la ventana dando un larguísimo suspiro, y dejándose caer sobre la silla posteriormente de forma exagerada. Para cuando llegó al pequeño poblado conocido por sus excelentes aguas termales, ya era de noche.
Por otro lado, todos los pasajeros tuvieron una compensación monetaria debido a lo sucedido, por lo que tampoco le afecto demasiado a la joven mas allá de un par de horas muertas, que se pasó durmiendo.
— Graaaaaaaagh... Me molesta todo el cuerpo de haberme acostado tan mal, joder — protestaba un par de metros alejada de la puerta de la estación, mientras zarandeaba uno de sus brazos algo doloridos. No llevaba mucho más que su mochila habitual de viaje, un macuto de tamaño medio. — En fin, a buscar un lugar donde pasar la noche, y comer algo. Estoy agotada y eso que ni me he movido.
Volvió a quejarse, acariciándose la nuca con la mano que no sujetaba su mochila, mientras se adentraba en las calles de la villa. Buscaba un lugar modesto, pues los lujos no iban con ella y generalmente juzgaba las cosas por su apariencia, pues no solían engañarla. Eso, o tenía muy buen ojo.
Aun con esas, el viaje se hizo más largo de lo previsto para Lyndis, su tren se detuvo hasta en dos ocasiones, una Dios sabe por qué, y la otra porque un grupo de ganado había invadido las vías. En esta última, se asomó por la ventana dando un larguísimo suspiro, y dejándose caer sobre la silla posteriormente de forma exagerada. Para cuando llegó al pequeño poblado conocido por sus excelentes aguas termales, ya era de noche.
Por otro lado, todos los pasajeros tuvieron una compensación monetaria debido a lo sucedido, por lo que tampoco le afecto demasiado a la joven mas allá de un par de horas muertas, que se pasó durmiendo.
— Graaaaaaaagh... Me molesta todo el cuerpo de haberme acostado tan mal, joder — protestaba un par de metros alejada de la puerta de la estación, mientras zarandeaba uno de sus brazos algo doloridos. No llevaba mucho más que su mochila habitual de viaje, un macuto de tamaño medio. — En fin, a buscar un lugar donde pasar la noche, y comer algo. Estoy agotada y eso que ni me he movido.
Volvió a quejarse, acariciándose la nuca con la mano que no sujetaba su mochila, mientras se adentraba en las calles de la villa. Buscaba un lugar modesto, pues los lujos no iban con ella y generalmente juzgaba las cosas por su apariencia, pues no solían engañarla. Eso, o tenía muy buen ojo.