23/08/2021, 10:14
Ante la escena, la kunoichi bufó esbozando una sonrisa, y posteriormente soltando una suave carcajada, desviando la mirada desde Lilly a su madre.
—Baño, comida y alojamiento si puede ser — dijo levantando un dedo tras otro de su mano izquierda y tras ello echando su mochila hacia delante, para buscar su cartera.
Primero sacaría una billetera de color marrón oscuro, de donde sacaría un par de billetes; pero si podía quitarse algunas monedas, sacaría un pequeño monedero que imitaba a un tanuki, de diversas tonalidades marrones, y que se abría por la boca con un par de trozos metálicos con un sonoro click.
—Baño, comida y alojamiento si puede ser — dijo levantando un dedo tras otro de su mano izquierda y tras ello echando su mochila hacia delante, para buscar su cartera.
Primero sacaría una billetera de color marrón oscuro, de donde sacaría un par de billetes; pero si podía quitarse algunas monedas, sacaría un pequeño monedero que imitaba a un tanuki, de diversas tonalidades marrones, y que se abría por la boca con un par de trozos metálicos con un sonoro click.