1/09/2021, 12:11
Mientras escuchaba tanto a Daigo como a Zaide iba saboreando el caramelo. Quién sabe si aquel iba a ser el último que iba a probar, pues quién diantres nos aseguraba que íbamos a salir vivos de aquello. Dudas que por el momento no estaban siendo disipadas, aunque lógicamente no dejaba de pensar en la aldea y las repercusiones que podía tener aquello para su devenir. Me atormentaba como una jodida espada de Damocles apuntando a la cogotera.
— La verdad es que nunca me he enfrentado a una bestia de esas, pero un engendro de tal magnitud solo puede ser obra o de Kurama o de Dragón Rojo
Obviamente quise hurgar un poco, aunque no creía que fuésemos a sacar conclusiones de algún tipo. Hice crujir lo poco que quedaba de caramelo entre mis dientes.
— Así que por descarte, si queremos librarnos de los gebijūs vamos a tener que cargarnos al hijo de la gran puta de Kurama
— La verdad es que nunca me he enfrentado a una bestia de esas, pero un engendro de tal magnitud solo puede ser obra o de Kurama o de Dragón Rojo
Obviamente quise hurgar un poco, aunque no creía que fuésemos a sacar conclusiones de algún tipo. Hice crujir lo poco que quedaba de caramelo entre mis dientes.
— Así que por descarte, si queremos librarnos de los gebijūs vamos a tener que cargarnos al hijo de la gran puta de Kurama
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa