1/09/2021, 18:06
Poco a poco, la vista se me fue acostumbrando a aquella luz. Joder, fueron varias eternidades allí, solo y sin ningún tipo de luz, el shock para mis ojos fue de dimensiones estratosféricas, pero empezaba a vislumbrar figuras. Primero a Daigo que no tardó en ser liberado de las malditas telas y más tarde a zaide, con su particular cogorota calva y aquella prominente barba. Allí estaba y yo estaba hecho un jodido saco de nervios. Devolví mi mirada a mi compañero.
— Mierda, Daigo, joder, reacciona — le di un par de golpecitos con la planta de los pies a modo de pequeñas pataditas — Daigo, dime que estás bien
Sin embargo, aquella iba a ser el menor de mis quebraderos de cabeza. El hecho de si Daigo estaba bien o mal. Pronto Zaide iba a pronunciar las palabras mágicas.
—Kintsugi… no quiso pagar.
— No...
El mundo a mi alrededor se había congelado. El paso del tiempos e detuvo. Incluso mis constantes vitales. Como un jarrón de agua congelada. ¿Así era cómo iba a acabar la historia de Sasagani Yota y Tsukiyama Daigo? Mi cabeza descendió hasta que mi mirada se clavó en el suelo mientras las lágrimas amenazaban con precipitarse. Me sentía como un perro abandonado a su suerte. Me sentía...
«... como Jurete.»
— N-no puede ser... Mientes, quieres divertirte con nosotros un rato más y por eso nos mientes
Alcé la cabeza de nuevo.
— ¡¡ES MENTIRA, MALDITO BASTARDO!! — grité entre dolido e incrédulo.
— Mierda, Daigo, joder, reacciona — le di un par de golpecitos con la planta de los pies a modo de pequeñas pataditas — Daigo, dime que estás bien
Sin embargo, aquella iba a ser el menor de mis quebraderos de cabeza. El hecho de si Daigo estaba bien o mal. Pronto Zaide iba a pronunciar las palabras mágicas.
—Kintsugi… no quiso pagar.
— No...
El mundo a mi alrededor se había congelado. El paso del tiempos e detuvo. Incluso mis constantes vitales. Como un jarrón de agua congelada. ¿Así era cómo iba a acabar la historia de Sasagani Yota y Tsukiyama Daigo? Mi cabeza descendió hasta que mi mirada se clavó en el suelo mientras las lágrimas amenazaban con precipitarse. Me sentía como un perro abandonado a su suerte. Me sentía...
«... como Jurete.»
— N-no puede ser... Mientes, quieres divertirte con nosotros un rato más y por eso nos mientes
Alcé la cabeza de nuevo.
— ¡¡ES MENTIRA, MALDITO BASTARDO!! — grité entre dolido e incrédulo.
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
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