1/09/2021, 22:00
Y allí estaba Suzaku. Preparando sandwiches, sin saber el peligro que se le venía encima. Algo más peligroso que uno de esos dichosos Generales de Kurama. Más peligroso que Uchiha Akame, renegado y ahora parte de Dragón Rojo, los criminales que atacaron en el Torneo de los Dojos. Más peligroso quizás que el bijū que, se rumoreaba, vivía en el puerto de Uzushiogakure.
Ese algo... era una promesa de venganza de Uchiha Umi.
Dígase una cosa del clan Uchiha. Quizás los conozcan por su fama de vengativos, algo dementes, sanguinarios. O de guerreros pasionales y abocados al peligro. Uchiha Umi no era demente ni sanguinaria.
Pero sí algo vengativa.
Por eso atravesó la ventana a la izquierda de la cocina, que daba a la calle, de un salto. En sus manos había una zapatilla de estar por casa y en su rostro una sonrisa cargada de maldad.
El brazo fue estirado hacia atrás. La mano, hacia adelante. La zapatilla...
...golpeó a Suzaku por la espalda. Y su clon hizo un pequeño puff..
Ah, el Bunshin no Jutsu, una técnica básica. Pero utilizada sorpresivamente y por el tiempo justo, podía ser una distracción muy eficaz. Contra el Sharingan no, claro, pero a no ser que uno desee pelearse con la manteca de cacahuete, no suele tener el Sharingan activado para untar unas rebanadas de pan.
—¡No vuelvas a tirarme la sandalia, pescadilla! —Umi la señalaba con el dedo índice, y luego se agachaba para recoger su sandalia—. ¿Me vas a hacer alguno de atún con mayonesa? Ya sabes que es mi favorito. —Umi revolvió el cabello a Suzaku, y se acercó a la nevera—. ¿Manteca de cacahuete y mermelada?
Ese algo... era una promesa de venganza de Uchiha Umi.
Dígase una cosa del clan Uchiha. Quizás los conozcan por su fama de vengativos, algo dementes, sanguinarios. O de guerreros pasionales y abocados al peligro. Uchiha Umi no era demente ni sanguinaria.
Pero sí algo vengativa.
Por eso atravesó la ventana a la izquierda de la cocina, que daba a la calle, de un salto. En sus manos había una zapatilla de estar por casa y en su rostro una sonrisa cargada de maldad.
El brazo fue estirado hacia atrás. La mano, hacia adelante. La zapatilla...
...golpeó a Suzaku por la espalda. Y su clon hizo un pequeño puff..
Ah, el Bunshin no Jutsu, una técnica básica. Pero utilizada sorpresivamente y por el tiempo justo, podía ser una distracción muy eficaz. Contra el Sharingan no, claro, pero a no ser que uno desee pelearse con la manteca de cacahuete, no suele tener el Sharingan activado para untar unas rebanadas de pan.
—¡No vuelvas a tirarme la sandalia, pescadilla! —Umi la señalaba con el dedo índice, y luego se agachaba para recoger su sandalia—. ¿Me vas a hacer alguno de atún con mayonesa? Ya sabes que es mi favorito. —Umi revolvió el cabello a Suzaku, y se acercó a la nevera—. ¿Manteca de cacahuete y mermelada?