4/09/2021, 15:08
El hombre misterioso esbozo una media sonrisa. Lyndis casi se lo estaba poniendo demasiado fácil.
— No existen los accidentes, Zhaoren-san. Un ninja no mata por accidente, mata porque puede o porque debe. Se guardan los secretos del ninjutsu para ellos y se declaran guardianes de la paz. ¿Y qué paz guardáis? Tienes razón, un padre murió aquí, no por accidente pero si por un ninja. Un hombre de paz asesinado y nadie pestañeo. Ni siquiera te resulta raro que un ninja vaya matando por error. No somos más que las consecuencias de vuestra egolatría.
Mientras el hombre hablaba, Sasu se fue acercando a Lyndis por su lado paralizado. No fue sutil ni silenciosa. A medida que ambos hablaban, más temblaba Sasu, más lloraba, pero no dejaba de acercarse a Lyndis con el senbon agarrado con ambas manos. Mordiéndose el labio inferior se lanzó a por la pierna de Lyndis.
— No existen los accidentes, Zhaoren-san. Un ninja no mata por accidente, mata porque puede o porque debe. Se guardan los secretos del ninjutsu para ellos y se declaran guardianes de la paz. ¿Y qué paz guardáis? Tienes razón, un padre murió aquí, no por accidente pero si por un ninja. Un hombre de paz asesinado y nadie pestañeo. Ni siquiera te resulta raro que un ninja vaya matando por error. No somos más que las consecuencias de vuestra egolatría.
Mientras el hombre hablaba, Sasu se fue acercando a Lyndis por su lado paralizado. No fue sutil ni silenciosa. A medida que ambos hablaban, más temblaba Sasu, más lloraba, pero no dejaba de acercarse a Lyndis con el senbon agarrado con ambas manos. Mordiéndose el labio inferior se lanzó a por la pierna de Lyndis.