4/09/2021, 21:58
Para Lyndis, Sasu era poco más que una niña en cuanto a combate se refería. Incluso con ambos brazos y una pierna paralizadas, Sasu tendría bastantes problemas para siquiera asestarle un golpe a la kunoichi. Se apartó y la agarró, tirandola al suelo sin problemas. Sin embargo, cuando ya la tenía agarrada y se disponía a hacerle presión para que soltase la aguja, se quedó paralizada.
Durante unos segundos, se quedó helada en el sitio, incluso soltó el agarre. Parecía que su cuerpo no le respondía, como si no fuera el suyo. Sasu se revolvió y consiguió zafarse, clavandole la aguja en el otro brazo con una expresión de pura desesperación. Acto seguido intentó alejarse de Lyndis, mientras esta recuperaba el control de su cuerpo. Al menos, de las partes no envenenadas de su cuerpo, que ahora eran las piernas, el tronco y la cabeza. No sentía los brazos.
El hombre no se había movido del sitio, pero la kunoichi volvería a ver un movimiento extraño a sus pies, como si su sombra fuese cambiando de forma. Esbozaba media sonrisa, habiendo cortado el discurso de Lyndis apenas haber empezado.
— Te dije que huyeras.
Durante unos segundos, se quedó helada en el sitio, incluso soltó el agarre. Parecía que su cuerpo no le respondía, como si no fuera el suyo. Sasu se revolvió y consiguió zafarse, clavandole la aguja en el otro brazo con una expresión de pura desesperación. Acto seguido intentó alejarse de Lyndis, mientras esta recuperaba el control de su cuerpo. Al menos, de las partes no envenenadas de su cuerpo, que ahora eran las piernas, el tronco y la cabeza. No sentía los brazos.
El hombre no se había movido del sitio, pero la kunoichi volvería a ver un movimiento extraño a sus pies, como si su sombra fuese cambiando de forma. Esbozaba media sonrisa, habiendo cortado el discurso de Lyndis apenas haber empezado.
— Te dije que huyeras.