6/09/2021, 17:33
(Última modificación: 6/09/2021, 19:29 por Zhaoren Lyndis. Editado 1 vez en total.)
Tras un breve lapsus en el que el cuerpo entero parecía haberse paralizado, este fué devuelto a la normalidad cuando una nueva aguja se clavó en el único brazo bueno que le quedaba. Sasu se consiguió alejar a tiempo, o hubiera recibido una brutal patada que tal vez le hubiera roto un par de huesos en reproche y furiosa.
"¡Mierda, mierda, mierda, MIERDA! ¡JODER!" Gritaba en sus interiores completamente desesperada tras sentir como las fuerzas de su otro brazo también parecián desvanecerse. "Con los brazos así me va a costar demasiado pelear. ¿¡Y que coño fue lo de hace un momento!? Todo mi cuerpo se ha detenido practicamente en seco y... Y las sombras a los pies de ese hombre, volvieron a danzar como había visto en un principio. Son sus putas sombras. Al principio pensé que me lo había imaginado, que tal vez era cosa del veneno. ¡Pero esa puta mierda se mueve a su voluntad"
— Te dije que huyeras — y estas volvieron a danzar de forma amenazante.
Odiaba tener que abandonar una pelea con todas sus ganas, pero si intentaba luchar contra un enemigo que ni siquiera sabia que coño hacían sus habilidades con los brazos inutilizados, era un suicidio asegurado.
— No se que coño has pactado con este tio. Pero te vas a arrepentir. Profundamente — le dirigió una última mirada a la chica aterrada.
Correr en dirección a la puerta y pasar por su lado no era una opción siquiera posible sin conocerlo, por lo que la única opción que parecía posible era escapar atraves de las alturas de los baños. Retrocedió un par de pasos sin dejar de prestar atención al suelo, en concreto a las sombras de aquel hombre. Dobló las rodillas momentáneamente, para salir impulsada hacia atrás en dirección a los límites de los baños hechos de piedra y cemento. Pateó una de las paredes y luego volvió a dar un gran salto para abandonar definitivamente aquel lugar.
"¡Mierda, mierda, mierda, MIERDA! ¡JODER!" Gritaba en sus interiores completamente desesperada tras sentir como las fuerzas de su otro brazo también parecián desvanecerse. "Con los brazos así me va a costar demasiado pelear. ¿¡Y que coño fue lo de hace un momento!? Todo mi cuerpo se ha detenido practicamente en seco y... Y las sombras a los pies de ese hombre, volvieron a danzar como había visto en un principio. Son sus putas sombras. Al principio pensé que me lo había imaginado, que tal vez era cosa del veneno. ¡Pero esa puta mierda se mueve a su voluntad"
— Te dije que huyeras — y estas volvieron a danzar de forma amenazante.
Odiaba tener que abandonar una pelea con todas sus ganas, pero si intentaba luchar contra un enemigo que ni siquiera sabia que coño hacían sus habilidades con los brazos inutilizados, era un suicidio asegurado.
— No se que coño has pactado con este tio. Pero te vas a arrepentir. Profundamente — le dirigió una última mirada a la chica aterrada.
Correr en dirección a la puerta y pasar por su lado no era una opción siquiera posible sin conocerlo, por lo que la única opción que parecía posible era escapar atraves de las alturas de los baños. Retrocedió un par de pasos sin dejar de prestar atención al suelo, en concreto a las sombras de aquel hombre. Dobló las rodillas momentáneamente, para salir impulsada hacia atrás en dirección a los límites de los baños hechos de piedra y cemento. Pateó una de las paredes y luego volvió a dar un gran salto para abandonar definitivamente aquel lugar.