10/09/2021, 21:20
— ¿Qué coño quieres? ¿Quién cojones eres?
Se quedó sorprendido. Esperaba que en cuanto apareciese Lyndis se le lanzase al cuello como un mapache a un cubo de basura, pero no, ahí estaba, quieta, conteniendose. No le quitó el ojo de encima por si se lo pensaba mejor cuando escuchase lo que tenía que decir.
— La verdad es que matarte sería ideal. Pero normalmente uso las armas que llevan mis victimas y mirate, desnuda armamentisticamente hablando. Podría haber traido un cuchillo o un tenedor del vagón comedor, pero... — hizo un gesto con los hombros, provocando que sus mangas se moviesen, evidenciando que no había nada dentro de estas. — En fin, demasiado complicado. Si te hubieses quedado quietecita en los baños todo estaría bien. Nadie habría tenido que morir... aparte de ti, claro.
Soltó todo el aire que tenía en los pulmones en un largo suspiro. Su mirada vagó por todo el cuerpo de la kunoichi, no, seguía sin llevar armas.
— Bueno, tenía que decirte algo. — volvió a mirarla a los ojos — Y... no me acuerdo. Lo de que las civiles están muertas era para la jefa, ¿qué tenía que decirte a ti? — se cuestionó a sí mismo.
Para Lyndis sería imposible saber si decía la verdad o solo estaba jugando con ella con aquella actuación, porque es lo que era aquello, pura actuación. Solo estaba ahí para molestar a la chica y ver si la podía engañar o sacarle algo de información. Con suerte, ambas.
Se quedó sorprendido. Esperaba que en cuanto apareciese Lyndis se le lanzase al cuello como un mapache a un cubo de basura, pero no, ahí estaba, quieta, conteniendose. No le quitó el ojo de encima por si se lo pensaba mejor cuando escuchase lo que tenía que decir.
— La verdad es que matarte sería ideal. Pero normalmente uso las armas que llevan mis victimas y mirate, desnuda armamentisticamente hablando. Podría haber traido un cuchillo o un tenedor del vagón comedor, pero... — hizo un gesto con los hombros, provocando que sus mangas se moviesen, evidenciando que no había nada dentro de estas. — En fin, demasiado complicado. Si te hubieses quedado quietecita en los baños todo estaría bien. Nadie habría tenido que morir... aparte de ti, claro.
Soltó todo el aire que tenía en los pulmones en un largo suspiro. Su mirada vagó por todo el cuerpo de la kunoichi, no, seguía sin llevar armas.
— Bueno, tenía que decirte algo. — volvió a mirarla a los ojos — Y... no me acuerdo. Lo de que las civiles están muertas era para la jefa, ¿qué tenía que decirte a ti? — se cuestionó a sí mismo.
Para Lyndis sería imposible saber si decía la verdad o solo estaba jugando con ella con aquella actuación, porque es lo que era aquello, pura actuación. Solo estaba ahí para molestar a la chica y ver si la podía engañar o sacarle algo de información. Con suerte, ambas.