29/09/2021, 20:01
Oh, sí. Mierda. Supo que la había cagado nada más dar aquel golpe. Su rostro se contrajo incluso antes de escuchar el grito:
—¡INSENSATO! ¡¿Pretendes que me bañe en tu sangre hoy mismo?!
Los ojos de Shukaku brillaban con una cólera primitiva y visceral. Hacía tiempo que Datsue no lo veía en aquellos ojos dorados. Hacía tiempo que no los veía apuntando directamente a él. Tragó saliva antes de responder.
—Yo… Ehm… Las palabras ya no valen, ¿no? Pues… ¡Te reto a un duelo! ¡Quien gane lleva la voz cantante en este matrimonio!
—¡¿Y no pensaste en decirlo antes de encajar el primer golpe?!
—Oh, ¡vamos! ¿Te lo pasarías tan bien conmigo si fuese un ninja modelo que siempre sigue las normas? ¿Dónde estaría la gracia?
—¡JÁ! Voy a… —Shukaku se enderezó, masajeándose la mejilla con una de sus zarpas como si tuviese un simple moratón. Casi cualquier ser humano que hubiese recibido aquella técnica tendría varios huesos rotos y estaría luchando por seguir respirando. Eso si es que seguía vivo—. Voy a darte de comer tus propios intestinos.
—Metafóricamente hablando… ¿no? —No hubo respuesta, y empezó a recordar que Shukaku no era muy dado a emplear metáforas—. ¿¡No!? —gritó, antes de saltar para esquivar un coletazo que le hubiese aplastado contra la pared.
Su brazo se iluminó con la luz de Raijin, y cuando sonó su tambor, salió despedido como un rayo emitiendo el sonido de mil pájaros chirriantes. Estaba luchando contra un jodido bijū, y, aunque todas y cada una de sus células estaban aterrorizadas, también temblaban de emoción. Algo existía en su sangre que reaccionaba ante semejante epopeya. Era difícil de explicar. Era como si… como si supiese que el clan Uchiha estaba preparado para semejante proeza.
—¡¡¡CHIDORI!!!
Se encontraba en su jodido cénit. Más fuerte que nunca. Más rápido que nunca. Con los reflejos de un felino y un poder que miraba de cerca a Hanabi. Su mano atravesó con limpieza el cuello de Shukaku1, y de su boca salió un grito triunfal.
Le duró poco.
—¿Qué fue eso? ¿La picadura de un mosquito? ¡JIAAAAAÁ!
Shukaku sopló. Sopló, como si Datsue fuese eso, un maldito mosquito que le acabase de picar. Y el vendaval que salió de sus fauces fue tal que el Uchiha se vio arrastrado y chocó de espaldas contra el muro. Apenas tuvo tiempo a reaccionar. Shukaku se le echaba encima con un jodido placaje2. Era como ver a un castillo cayéndosele encima.
—No… ¡No me subestimes, JODER!
El castillo chocó contra el Dios del Mar, de las Tormentas y las Batallas. Chocó contra la defensa ancestral de los Uchiha. Chocó contra Susano’o. Y nadie que choca contra Susano’o sale endeble.
Ni siquiera un bijū.
—¡JIA JIA! ¡¿Quién ríe ahora?! —gritó, con sus ojos llorando sangre, antes de que su dios protector propinase un puñetazo a la sien al que amenazaba con hacerle daño.
Fue un combate de colosos. Las zarpas de Shukaku descuartizaban carne, músculos y tendones. Pero Susano’o se curaba rápido. Sus tendones, gruesos como las cadenas de un barco, soldaban el eslabón partido. Las fibras de sus músculos se volvían a entrelazar. Su carne se regeneraba. Y sus puños volvían a caer.
Shukaku sentía más los golpes. La arena de su cuerpo se sacudía. Sus alaridos resonaban por toda la estancia y se metían en los oídos con la delicadeza de una daga oxidada. Pero, al contrario que Datsue, cada vez más cansado, cada vez con menos aliento, el ánimo de Shukaku iba en aumento. Parecía encontrarse en un estado de frenesí. Sus ojos, más locos que nunca. Sus ataques, más mortíferos que antes. Incluso había dejado de hablar. Tan solo se reía, a carcajada limpia. Cada vez más alto. Cada vez más estridente.
En un momento dado, Shukaku aprovechó un buen golpe para tomar distancia. Empezó a cargar una bola de pura chakra frente a su boca.
«¿¡Una bijūdama!?»
Datsue apenas tuvo tiempo a reaccionar. Instintivamente, la mano de su Susano’o invocó el Mazo Mágico de la Fortuna. Un mazo de diez metros de longitud que estampó3 contra la papada de su Padre. La Bijūdama salió disparada en forma de láser contra el techo, desviada, y en el cuello de Shukaku quedó marcado con una bonita espiral.
1: 80PV
2: 120PV
3: 180PV
—¡INSENSATO! ¡¿Pretendes que me bañe en tu sangre hoy mismo?!
Los ojos de Shukaku brillaban con una cólera primitiva y visceral. Hacía tiempo que Datsue no lo veía en aquellos ojos dorados. Hacía tiempo que no los veía apuntando directamente a él. Tragó saliva antes de responder.
—Yo… Ehm… Las palabras ya no valen, ¿no? Pues… ¡Te reto a un duelo! ¡Quien gane lleva la voz cantante en este matrimonio!
—¡¿Y no pensaste en decirlo antes de encajar el primer golpe?!
—Oh, ¡vamos! ¿Te lo pasarías tan bien conmigo si fuese un ninja modelo que siempre sigue las normas? ¿Dónde estaría la gracia?
—¡JÁ! Voy a… —Shukaku se enderezó, masajeándose la mejilla con una de sus zarpas como si tuviese un simple moratón. Casi cualquier ser humano que hubiese recibido aquella técnica tendría varios huesos rotos y estaría luchando por seguir respirando. Eso si es que seguía vivo—. Voy a darte de comer tus propios intestinos.
—Metafóricamente hablando… ¿no? —No hubo respuesta, y empezó a recordar que Shukaku no era muy dado a emplear metáforas—. ¿¡No!? —gritó, antes de saltar para esquivar un coletazo que le hubiese aplastado contra la pared.
Su brazo se iluminó con la luz de Raijin, y cuando sonó su tambor, salió despedido como un rayo emitiendo el sonido de mil pájaros chirriantes. Estaba luchando contra un jodido bijū, y, aunque todas y cada una de sus células estaban aterrorizadas, también temblaban de emoción. Algo existía en su sangre que reaccionaba ante semejante epopeya. Era difícil de explicar. Era como si… como si supiese que el clan Uchiha estaba preparado para semejante proeza.
—¡¡¡CHIDORI!!!
Se encontraba en su jodido cénit. Más fuerte que nunca. Más rápido que nunca. Con los reflejos de un felino y un poder que miraba de cerca a Hanabi. Su mano atravesó con limpieza el cuello de Shukaku1, y de su boca salió un grito triunfal.
Le duró poco.
—¿Qué fue eso? ¿La picadura de un mosquito? ¡JIAAAAAÁ!
Shukaku sopló. Sopló, como si Datsue fuese eso, un maldito mosquito que le acabase de picar. Y el vendaval que salió de sus fauces fue tal que el Uchiha se vio arrastrado y chocó de espaldas contra el muro. Apenas tuvo tiempo a reaccionar. Shukaku se le echaba encima con un jodido placaje2. Era como ver a un castillo cayéndosele encima.
—No… ¡No me subestimes, JODER!
¡¡¡PAAAAMMMM!!!
El castillo chocó contra el Dios del Mar, de las Tormentas y las Batallas. Chocó contra la defensa ancestral de los Uchiha. Chocó contra Susano’o. Y nadie que choca contra Susano’o sale endeble.
Ni siquiera un bijū.
—¡JIA JIA! ¡¿Quién ríe ahora?! —gritó, con sus ojos llorando sangre, antes de que su dios protector propinase un puñetazo a la sien al que amenazaba con hacerle daño.
Fue un combate de colosos. Las zarpas de Shukaku descuartizaban carne, músculos y tendones. Pero Susano’o se curaba rápido. Sus tendones, gruesos como las cadenas de un barco, soldaban el eslabón partido. Las fibras de sus músculos se volvían a entrelazar. Su carne se regeneraba. Y sus puños volvían a caer.
Shukaku sentía más los golpes. La arena de su cuerpo se sacudía. Sus alaridos resonaban por toda la estancia y se metían en los oídos con la delicadeza de una daga oxidada. Pero, al contrario que Datsue, cada vez más cansado, cada vez con menos aliento, el ánimo de Shukaku iba en aumento. Parecía encontrarse en un estado de frenesí. Sus ojos, más locos que nunca. Sus ataques, más mortíferos que antes. Incluso había dejado de hablar. Tan solo se reía, a carcajada limpia. Cada vez más alto. Cada vez más estridente.
En un momento dado, Shukaku aprovechó un buen golpe para tomar distancia. Empezó a cargar una bola de pura chakra frente a su boca.
«¿¡Una bijūdama!?»
Datsue apenas tuvo tiempo a reaccionar. Instintivamente, la mano de su Susano’o invocó el Mazo Mágico de la Fortuna. Un mazo de diez metros de longitud que estampó3 contra la papada de su Padre. La Bijūdama salió disparada en forma de láser contra el techo, desviada, y en el cuello de Shukaku quedó marcado con una bonita espiral.
1: 80PV
2: 120PV
3: 180PV
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado