8/10/2021, 17:12
Shanise no se dio cuenta hasta que Ayame mantuvo por fuerza aquél silencio tan triste e incómodo, y se vio forzada a buscarla. Fue entonces cuando la vió, sujetando un recuerdo lejano pero vívido, un doloroso memento que simbolizaba mucho más de lo que aparentaba. Cualquiera que escuche estas palabras no lo entendería, quizás algún habitual. Pero Shanise volvió a echarse a llorar, asintiendo quedamente.
Pues quién podía negarle aquello a Ayame, si al menos le hacía recordar otros tiempos. Tiempos felices.
Tiempos mejores.
—Ayame... —sollozó Shanise—. Prométeme que tú no te irás —dijo Shanise de pronto. Se tapó la cara con las manos—. No puedo perder a nadie más. No puedo permitírmelo. Os protegeré a todos. A todos...
Shanise lo entendió entonces. De nada servía acabar con Kurama y hacer que Ayame perdiese a alguien más. De nada le servía a Ayame vengar a Yui si Shanise quedaba sin ver a una buena amiga nunca más. De nada sirvió que Yui luchase contra Kurama y sus generales, si eso acabó rompiendo sus vidas.
No. Ella tenía que ser mejor.
Es lo que a Yui le gustaba de ella, ¿verdad?
Pues quién podía negarle aquello a Ayame, si al menos le hacía recordar otros tiempos. Tiempos felices.
Tiempos mejores.
—Ayame... —sollozó Shanise—. Prométeme que tú no te irás —dijo Shanise de pronto. Se tapó la cara con las manos—. No puedo perder a nadie más. No puedo permitírmelo. Os protegeré a todos. A todos...
Shanise lo entendió entonces. De nada servía acabar con Kurama y hacer que Ayame perdiese a alguien más. De nada le servía a Ayame vengar a Yui si Shanise quedaba sin ver a una buena amiga nunca más. De nada sirvió que Yui luchase contra Kurama y sus generales, si eso acabó rompiendo sus vidas.
No. Ella tenía que ser mejor.
Es lo que a Yui le gustaba de ella, ¿verdad?
«Seré mejor... en tu nombre, en tu honor, y por todos tus hijos. Yui. Eterna Tormenta.»