13/10/2021, 16:05
"Emoción". Aquella palabra resonó en la mente de Saki con fuerza, palpitando en ella como si le hubiera caído una gran jarra de agua fría. Apenas escucho lo siguiente de Suzume, como si de una voz en la distancia se tratara. Era fría, y le costaba entablar relaciones más allá de las profesionales como la que estaba desarrollando ahora con su pupila. Miró a la mesa de color beis que las separaba, viéndola más blanca de lo que realmente era intentando procesara lo que sentía. ¿Era angustia? ¿Tristeza? Ojala lo pudiera saber.
El tren no tardaría en detenerse, y solo sería ahi cuando ella reaccionaria, tomando su espada así como el equipaje que había por encima de su cabeza en un hueco preparado para esto a lo largo del vagón. Era una maleta negra, con los picos dorados y de forma ligeramente rectangular. Apenas había un par de personas más en el mismo vagón que iban ellas, que comenzaron a desfilar para desalojar el lugar.
Saki guiño un ojo por accidente al bajarse, tapando un poco su rostro con la mano que sostenía el arma. Como Suzume misma había mencionado, allí no llovía, por lo que aquello no termino de procesarlo tras aquel breve momento en el que se había enfrascado en sus propios pensamientos.
— Es verdad. Había olvidado que aquí no llueve de forma incesante... — dijo bajando la mano, pero una fría brisa la golpearía reubicándola en la fría estación invernal, meciendo un poco sus cabellos.
Al menos, su gruesa gabardina negra, la resguardaría sin problemas del frío.
El tren no tardaría en detenerse, y solo sería ahi cuando ella reaccionaria, tomando su espada así como el equipaje que había por encima de su cabeza en un hueco preparado para esto a lo largo del vagón. Era una maleta negra, con los picos dorados y de forma ligeramente rectangular. Apenas había un par de personas más en el mismo vagón que iban ellas, que comenzaron a desfilar para desalojar el lugar.
Saki guiño un ojo por accidente al bajarse, tapando un poco su rostro con la mano que sostenía el arma. Como Suzume misma había mencionado, allí no llovía, por lo que aquello no termino de procesarlo tras aquel breve momento en el que se había enfrascado en sus propios pensamientos.
— Es verdad. Había olvidado que aquí no llueve de forma incesante... — dijo bajando la mano, pero una fría brisa la golpearía reubicándola en la fría estación invernal, meciendo un poco sus cabellos.
Al menos, su gruesa gabardina negra, la resguardaría sin problemas del frío.
¡Gracias a Ranko por el avatar!