22/10/2021, 17:43
A la morena ahora le picaba la curiosidad por el café, sobre todo el modo en el que lo describió Suzume. "Negro, sin azúcar ni crema, un café negro solo" es lo que se le grabó en la mente que pediría en aquel lugar si tenía la oportunidad. Y no tendría que pensarlo durante mucho más tiempo, pues no tardarían más de un par de segundos antes de encontrar el lugar señalado. No recordó siquiera porque accedió a acompañarla hasta aquel lugar, realmente la engatuso un poco mientras desviaba sus auténticas obligaciones y Saki acabó accediendo sin darse cuenta.
Abrió la puerta con su inquieta "pupila" entrando seguramente al momento detrás de ella.
— Buenas tardes, querríamos mesa para dos — dijo alzando dos dedos de una de su mano, y posteriormente procediendo a quitarse su gran y oscuro abrigo.
Colgó aquella negra prenda de uno de sus brazos en horizontal dejando caer una mitad por delante y otra por detrás para que no tocara el suelo, y se lo ofrecería a la persona que les atendiera si esta sé lo pedía para resguardárselo, pero se negaría a dar la espada que portaba en la mano contraria.
Abrió la puerta con su inquieta "pupila" entrando seguramente al momento detrás de ella.
— Buenas tardes, querríamos mesa para dos — dijo alzando dos dedos de una de su mano, y posteriormente procediendo a quitarse su gran y oscuro abrigo.
Colgó aquella negra prenda de uno de sus brazos en horizontal dejando caer una mitad por delante y otra por detrás para que no tocara el suelo, y se lo ofrecería a la persona que les atendiera si esta sé lo pedía para resguardárselo, pero se negaría a dar la espada que portaba en la mano contraria.
¡Gracias a Ranko por el avatar!