22/10/2021, 19:59
—Oh, en verdad me alegro que haya disfrutado de mi danza. ¡Siempre es un gusto iluminar el rostro de la gente! —respondió la bailarina, con una sonrisa y una elegante reverencia—. No, no es algo común, aunque tampoco algo secreto. La gente baila de distintas maneras. Mi Hermana, por ejemplo, baila muy... Agresivamente. Ehm... Marcialmente.
—Vamos, que se da de leches con otros —resolvió Suzaku, con una risilla.
—La manera en que yo bailo es única . Soy Kūran Meme, la muñeca metálica de Kusagakure. Un gusto.
¿La Muñeca Metálica de Kusagakure? Aquella sí que era una manera extraña de presentarse. Pero quizás se trataba de un nombre artístico, o al menos eso supuso Suzaku. No era algo raro entre los artistas, desde luego.
—¡Yo soy Uchiha Suzaku, es un placer! El... ¡El Fénix de Uzushiogakure!
—¿Qué tiene de malo reírse? Mejor eso que ponerse a llorar, ¿no crees? —agregó Natsu, de repente, junto a ella. Y Suzaku no pudo menos que darle la razón con un mudo asentimiento. Desde luego, debía ser de lo más desmoralizante que alguien rompiera a llorar en mitad de una actuación artística como aquella—. Pero ahora que lo dices y mencionas tu baile... Ya que haces trampas y usas chakra para sorprender a la gente igual podrías aprovecharlo para hacerlo todavía más espectacular, quizás un poco de fuego por allí y por allá, ¿no crees, Suzaku?
—Bueno... Yo no creo que sean trampas exactamente. Más bien...
—Soy una muñeca danzante —la interrumpió Kūran, corrigiendo a su compañero. Parecía irritada, y la verdad es que Suzaku no podía culparla. No después de que la hubiesen acusado injustamente de hacer trampas—. No soy un vil tragafuegos de circo. No es trampa lo que hago, sólo le pido a mi seda líquida que baile conmigo —dije mientras hacía un gesto señalando mi ropa —. No entenderías mi conexión con ella.
»Suzaku es un nombre muy bonito.
—¡Gracias! Kūran también es muy bonito. —respondió ella, con una afable sonrisa—. ¿Y qué estás haciendo tan lejos del País del Bosque? ¿Estás en una especie de misión ultra-super-secreta? —repitió, pese a que su compañero le había dicho que era algo ciertamente improbable.
—Vamos, que se da de leches con otros —resolvió Suzaku, con una risilla.
—La manera en que yo bailo es única . Soy Kūran Meme, la muñeca metálica de Kusagakure. Un gusto.
¿La Muñeca Metálica de Kusagakure? Aquella sí que era una manera extraña de presentarse. Pero quizás se trataba de un nombre artístico, o al menos eso supuso Suzaku. No era algo raro entre los artistas, desde luego.
—¡Yo soy Uchiha Suzaku, es un placer! El... ¡El Fénix de Uzushiogakure!
—¿Qué tiene de malo reírse? Mejor eso que ponerse a llorar, ¿no crees? —agregó Natsu, de repente, junto a ella. Y Suzaku no pudo menos que darle la razón con un mudo asentimiento. Desde luego, debía ser de lo más desmoralizante que alguien rompiera a llorar en mitad de una actuación artística como aquella—. Pero ahora que lo dices y mencionas tu baile... Ya que haces trampas y usas chakra para sorprender a la gente igual podrías aprovecharlo para hacerlo todavía más espectacular, quizás un poco de fuego por allí y por allá, ¿no crees, Suzaku?
—Bueno... Yo no creo que sean trampas exactamente. Más bien...
—Soy una muñeca danzante —la interrumpió Kūran, corrigiendo a su compañero. Parecía irritada, y la verdad es que Suzaku no podía culparla. No después de que la hubiesen acusado injustamente de hacer trampas—. No soy un vil tragafuegos de circo. No es trampa lo que hago, sólo le pido a mi seda líquida que baile conmigo —dije mientras hacía un gesto señalando mi ropa —. No entenderías mi conexión con ella.
»Suzaku es un nombre muy bonito.
—¡Gracias! Kūran también es muy bonito. —respondió ella, con una afable sonrisa—. ¿Y qué estás haciendo tan lejos del País del Bosque? ¿Estás en una especie de misión ultra-super-secreta? —repitió, pese a que su compañero le había dicho que era algo ciertamente improbable.