13/11/2021, 18:14
Abrió a boca por un instante, pero las palabras no salían de ella. Saki quiso responderle de alguna forma a las primeras palabras de Suzume, sin embargo ciertamente apenas descansaba. Su tiempo libre solo lo dedicaba en entrenar y practicar buscando ser solo mejor. Poco después, sus primeras comandas llegaron gracias a la pelirroja. Una para taza para Saki, y otra para Suzume.
Frente a la morena, había una pequeña taza con un líquido marrón muy oscuro junto a un pequeño bote que contenía crema, y un azucarero. Sostuvo la taza con ambas manos, pasando el dedo índice de una de sus manos por el asa. El calor era agradable para sus delicadas, largas y finas manos de porcelana. El aroma del café era intenso sin embargo se le hacía bastante agradable, por lo que bebió ligeramente inclinando la taza para evitar quemarse si estaba demasiado caliente. Como la propia Suzume le sugirió desde el principio, el amargo sabor e intenso sabor que de gusto era más que de su agrado. Bajo la taza con lentitud y sus ojos estaban abiertos de par en par, cosa que su kohai jamás había visto en este tiempo que llevaban juntas.
— Esta delicioso — dijo observando la taza mientras la dejaba de vuelta sobre su platillo. Descartó automáticamente el plus de complementos que le habían traído para poder echar a su bebida, y miró a Shiba con el mismo rostro de ojos abiertos después de que Suzume volviera a pedir algo más. — Está muy bueno ¿cómo lo habéis preparado? Jamás había probado algo así. Los tés que suelo tomar están muy bien, pero esto es completamente distinto
Estaba tan ensimismada en aquella bebida, que se le había olvidado si pedir algo más. Ante la ligera y extraño rostro de entusiasmo proveniente de su inmóvil expresión, parecía que sus ojos brillaban con luz propia por primera vez en años y sus mejillas estaban ligeramente coloreadas.
Frente a la morena, había una pequeña taza con un líquido marrón muy oscuro junto a un pequeño bote que contenía crema, y un azucarero. Sostuvo la taza con ambas manos, pasando el dedo índice de una de sus manos por el asa. El calor era agradable para sus delicadas, largas y finas manos de porcelana. El aroma del café era intenso sin embargo se le hacía bastante agradable, por lo que bebió ligeramente inclinando la taza para evitar quemarse si estaba demasiado caliente. Como la propia Suzume le sugirió desde el principio, el amargo sabor e intenso sabor que de gusto era más que de su agrado. Bajo la taza con lentitud y sus ojos estaban abiertos de par en par, cosa que su kohai jamás había visto en este tiempo que llevaban juntas.
— Esta delicioso — dijo observando la taza mientras la dejaba de vuelta sobre su platillo. Descartó automáticamente el plus de complementos que le habían traído para poder echar a su bebida, y miró a Shiba con el mismo rostro de ojos abiertos después de que Suzume volviera a pedir algo más. — Está muy bueno ¿cómo lo habéis preparado? Jamás había probado algo así. Los tés que suelo tomar están muy bien, pero esto es completamente distinto
Estaba tan ensimismada en aquella bebida, que se le había olvidado si pedir algo más. Ante la ligera y extraño rostro de entusiasmo proveniente de su inmóvil expresión, parecía que sus ojos brillaban con luz propia por primera vez en años y sus mejillas estaban ligeramente coloreadas.
¡Gracias a Ranko por el avatar!