22/11/2021, 16:49
Suzume soltó otra risita, imaginando a Saki en una habitación con estantes repletos de distintos tipos de café, toda una fanática de la bebida.
—Cuidado, senpai. No quisiera que te hicieras adicta, je je. —Luego se viró hacia la camarera —. Bueno, ¡aunque no haga falta lo haré, Shiba-san, que su atención ha sido maravillosa! —Le guiñó un ojo antes de que ésta fuese a por el moca de Saki.
Iba ya por la mitad de su platillo cuando la morena le preguntó si quería probar. Suzume de sonrojó de la pena. ¡Qué vergüenza! ¡No le había ofrecido nada a Saki! ¿Dónde estaban sus modales?
—Oh. ¡Oh! Claro, senpai. Me parece bien. ¡Esas tortitas se ven deliciosas! Podemos intercambiar un poquito, si gustas~ —canturreó.
Suzume cortó un poco de crepe, intentando que estuviese bien cubierto de chocolate blanco, y, con la mano debajo del tenedor para evitar ensuciar la mesa, dirigió el trocito de comida hacia la boca de Saki, buscando darle de probar. Sonrió muy ampliamente, divertida. La pelirroja no aceptaría un no.
—Cuidado, senpai. No quisiera que te hicieras adicta, je je. —Luego se viró hacia la camarera —. Bueno, ¡aunque no haga falta lo haré, Shiba-san, que su atención ha sido maravillosa! —Le guiñó un ojo antes de que ésta fuese a por el moca de Saki.
Iba ya por la mitad de su platillo cuando la morena le preguntó si quería probar. Suzume de sonrojó de la pena. ¡Qué vergüenza! ¡No le había ofrecido nada a Saki! ¿Dónde estaban sus modales?
—Oh. ¡Oh! Claro, senpai. Me parece bien. ¡Esas tortitas se ven deliciosas! Podemos intercambiar un poquito, si gustas~ —canturreó.
Suzume cortó un poco de crepe, intentando que estuviese bien cubierto de chocolate blanco, y, con la mano debajo del tenedor para evitar ensuciar la mesa, dirigió el trocito de comida hacia la boca de Saki, buscando darle de probar. Sonrió muy ampliamente, divertida. La pelirroja no aceptaría un no.