25/11/2021, 15:14
La morena no comprendió para nada el detalle que acababa de tener con Suzume. Para ella fue un simple gesto involuntario inocente, pero para su kohai pareció ser algo más que Saki no alcanzaba a comprender, o más bien, no terminaba de captar. Por ello la miró fijamente con duda en su interior mientras lamió con sencillez su dedo mientras la pelirroja quería transmitirle algo avergonzada, sin embargo, las palabras no terminaban de salirle.
Casi segundos después, un desliz por parte de las camareras llamaría la atención de varios de los comensales, incluida ellas dos. Y por suerte, o más bien la gran destreza de Shiba, todo quedo en un simple susto. Posteriormente, posaría sobre la mesa el café moca que Saki había pedido. Aquello provocaría un destello en sus ojos que lo observaban con curiosidad e intriga tras haber probado un simple café solo.
Dejo de lado su comida a medias, para dar un sorbo a su nuevo café. Dando un sorbo delicado y luego relamiendo la espuma de sus labios.
— E-Esta delicioso — dijo observando el vaso. Alzaría la mirada entonces, alternándola entre ambas chicas recordando la conversación que había tenido Suzume anteriormente. — Perdona Shiba, pero Suzume y yo estamos de paso y como trabajas aquí, suponemos que estás más al corriente de la ciudad así que... Estábamos pensando en buscar alguien que nos pueda hacer de guía o similar durante estos días ¿nos harías el favor de ser esa persona?
Como era habitual en ella, la falta de tacto o capacidad para leer las situaciones, le era muy difícil. Por lo que aquello seguramente sonaba muy atrevido.
Casi segundos después, un desliz por parte de las camareras llamaría la atención de varios de los comensales, incluida ellas dos. Y por suerte, o más bien la gran destreza de Shiba, todo quedo en un simple susto. Posteriormente, posaría sobre la mesa el café moca que Saki había pedido. Aquello provocaría un destello en sus ojos que lo observaban con curiosidad e intriga tras haber probado un simple café solo.
Dejo de lado su comida a medias, para dar un sorbo a su nuevo café. Dando un sorbo delicado y luego relamiendo la espuma de sus labios.
— E-Esta delicioso — dijo observando el vaso. Alzaría la mirada entonces, alternándola entre ambas chicas recordando la conversación que había tenido Suzume anteriormente. — Perdona Shiba, pero Suzume y yo estamos de paso y como trabajas aquí, suponemos que estás más al corriente de la ciudad así que... Estábamos pensando en buscar alguien que nos pueda hacer de guía o similar durante estos días ¿nos harías el favor de ser esa persona?
Como era habitual en ella, la falta de tacto o capacidad para leer las situaciones, le era muy difícil. Por lo que aquello seguramente sonaba muy atrevido.
¡Gracias a Ranko por el avatar!