5/12/2021, 15:34
(Última modificación: 5/12/2021, 15:34 por Zhaoren Lyndis.)
Aquella mañana se había quedado dormida hasta tarde, por lo que hasta algo entrada la mañana cuando la luz del sol por fin empezaba a molestarle en la cara, no se dignó a levantarse. Completamente despeinada quedando su pelo como si hubiera quedado completamente planchado por un lateral, dirigió su paso hasta la entrada para comprobar el correo. Había tan solo una o dos cartas, salvo un rollo que indicaba una misión claramente, pero su mente todavía no estaba despejada del todo. Una vez en la cocina, y en mitad de su desayuno, su cerebro terminó de activarse, pasando ese movimiento lento y pasota a uno agitado y apresurado por toda la casa.
Tenía una misión y seguro que llegaba tarde, aunque con los nervios ni siquiera se había fijado en la hora acordada. Intentaría agilizar su llegada cruzando callejones, tirando por error algún que otro montón de cajas y chocando torpemente con gente a la vez que se giraba para pedirles perdón, para posteriormente, chocar con otra persona. Poco después, pasaría a buscar una posición más elevada por los tejados para alcanzar la entrada de la villa, el cual era el lugar acordado para el inicio de la misión.
Un chico de aproximadamente su edad le esperaría allí. El color de su pelo y sus ojos era de un color rojo más intenso que la sangre, aunque estos últimos se veían con arrugas y ojeras, tal vez hubiera dormido poco; aunque había que reconocer que le quedaban bien junto a su flequillo ladeado. Aunque no le interesaba a Lyndis, era difícil negar el hecho de que era guapo.
—Arf... Llegue... Llegue... Arf... — dijo jadeante, apoyándose sobre sus rodillas intentando recuperar el aliento, encorvada hacia delante al lado de aquel chico. — Joder... No esperaba una misión hoy... Perdón por la espera
Alzó una mano para mirarle y finalmente incorporándose respirando una última vez con profundidad, para exhalar mirando a otro lado con las manos sobre sus cinturas. ¿Estaban ya todos presentes o faltaba alguien más?
Tenía una misión y seguro que llegaba tarde, aunque con los nervios ni siquiera se había fijado en la hora acordada. Intentaría agilizar su llegada cruzando callejones, tirando por error algún que otro montón de cajas y chocando torpemente con gente a la vez que se giraba para pedirles perdón, para posteriormente, chocar con otra persona. Poco después, pasaría a buscar una posición más elevada por los tejados para alcanzar la entrada de la villa, el cual era el lugar acordado para el inicio de la misión.
Un chico de aproximadamente su edad le esperaría allí. El color de su pelo y sus ojos era de un color rojo más intenso que la sangre, aunque estos últimos se veían con arrugas y ojeras, tal vez hubiera dormido poco; aunque había que reconocer que le quedaban bien junto a su flequillo ladeado. Aunque no le interesaba a Lyndis, era difícil negar el hecho de que era guapo.
—Arf... Llegue... Llegue... Arf... — dijo jadeante, apoyándose sobre sus rodillas intentando recuperar el aliento, encorvada hacia delante al lado de aquel chico. — Joder... No esperaba una misión hoy... Perdón por la espera
Alzó una mano para mirarle y finalmente incorporándose respirando una última vez con profundidad, para exhalar mirando a otro lado con las manos sobre sus cinturas. ¿Estaban ya todos presentes o faltaba alguien más?
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