15/12/2021, 23:49
—El sitio de barbacoa me parece maravilloso. ¡Oh, y no te preocupes por el dinero! Nosotras podemos pagar. Es más: ya que serás nuestra guía, nosotras deberíamos invitarte, ¿No crees, Senpai?
Saki asintió y todas se pusieron de marcha al restaurante. En realidad, era uno de los pocos sitios que Shiba recordaba donde estaban. Le costaba prestar la atención necesaria para recordar calles y caminos. Su cantidad de energia hacía que le fuese dificil estarse quieta y lo mismo le pasaba a sus ojos.
Sin embargo, por primera vez, le costaba apartarlos de Suzume. Había algo en la chica que hacía que el tiempo se ralentizase cuando la miraba. Y por mucho que lo intentase, su mirada siempre acababa volviendo a ella.
— Vamos entonces. — dijo con una sonrisa, dedicandole una larga mirada a Suzume sin vergüenza alguna.
—Y... ¿Qué tal la vida de kunoichi? Quiero decir... Nada clasificado, sólo... ¿Cómo va? Hace no mucho tomé este camino y, bueno, aún me falta por vivirlo.
Su sonrisa se ensanchó y soltó una breve carcajada.
— No creo que nada de lo que he hecho hasta ahora sea clasificado. Pasear perros, limpiar retretes, persiguiendo gatos... — enumeró sus misiones sin perder su sonrisa — Supongo que no suena muy... ninjastico lo de ser kunoichi si lo digo así.
Saki asintió y todas se pusieron de marcha al restaurante. En realidad, era uno de los pocos sitios que Shiba recordaba donde estaban. Le costaba prestar la atención necesaria para recordar calles y caminos. Su cantidad de energia hacía que le fuese dificil estarse quieta y lo mismo le pasaba a sus ojos.
Sin embargo, por primera vez, le costaba apartarlos de Suzume. Había algo en la chica que hacía que el tiempo se ralentizase cuando la miraba. Y por mucho que lo intentase, su mirada siempre acababa volviendo a ella.
— Vamos entonces. — dijo con una sonrisa, dedicandole una larga mirada a Suzume sin vergüenza alguna.
—Y... ¿Qué tal la vida de kunoichi? Quiero decir... Nada clasificado, sólo... ¿Cómo va? Hace no mucho tomé este camino y, bueno, aún me falta por vivirlo.
Su sonrisa se ensanchó y soltó una breve carcajada.
— No creo que nada de lo que he hecho hasta ahora sea clasificado. Pasear perros, limpiar retretes, persiguiendo gatos... — enumeró sus misiones sin perder su sonrisa — Supongo que no suena muy... ninjastico lo de ser kunoichi si lo digo así.