31/12/2021, 17:17
—Claro, claro. El camino siempre les da hambre —comentó el cocinero, con una sonrisa ligeramente torcida —. Venga, chicos, ¿Qué les sirvo? Tenemos casi cualquier cosa que deseen. ¡O si no, se los cocino en un instante, jaja!
«¿Casi cualquier cosa?» Esa afirmación sólo despertaba las ganas de pedir algo completamente imposible, como fruta fuera de temporada o un plato exótico inalcanzable para la mayoría de los bolsillos, sólo por ver la reacción del cocinero. Sin embargo, Suzaku decidió comportarse. Al menos de momento. La situación así lo ameritaba.
—Miso —respondió Meme, casi de forma instantánea—. Lo siento. Miso, por favor.
—¡Yo quiero takoyaki! —exclamó Suzaku, alzando una mano con entusiasmo.
—¿Saben? Si mi hermana estuviera aquí, comería lo que nosotros tres juntos —comentó Meme, soltando una risita.
—¿La otra "bailarina"? —preguntó Suzaku, con genuina curiosidad—.¿Tanto come?
«¿Casi cualquier cosa?» Esa afirmación sólo despertaba las ganas de pedir algo completamente imposible, como fruta fuera de temporada o un plato exótico inalcanzable para la mayoría de los bolsillos, sólo por ver la reacción del cocinero. Sin embargo, Suzaku decidió comportarse. Al menos de momento. La situación así lo ameritaba.
—Miso —respondió Meme, casi de forma instantánea—. Lo siento. Miso, por favor.
—¡Yo quiero takoyaki! —exclamó Suzaku, alzando una mano con entusiasmo.
—¿Saben? Si mi hermana estuviera aquí, comería lo que nosotros tres juntos —comentó Meme, soltando una risita.
—¿La otra "bailarina"? —preguntó Suzaku, con genuina curiosidad—.¿Tanto come?