2/01/2022, 05:57
— Sí, ese soy yo. El chico de la fragua. —Respondió Toshio, con una forzada sonrisa. Odiaba recordar todo el tiempo que había estado apagada la fragua, pero odiaba aún más todo lo que recordaba las pocas veces que la encendía.
Lyndis y Meme explicaron entonces cuáles eran sus habilidades. A Lyndis se le daba bien el combate cuerpo a cuerpo y el elemento rayo, mientras que a Meme parecía dársele mejor el combate a distancia, con sus habilidades con el Fūton, el magnetismo y su uso del Suiken. Entre los tres parecían ser un equipo bastante bien equilibrado, siendo él el único que no se especializaba en nada especial, aunque ser un ninja todoterreno tenía sus ventajas.
— Guay. —Concluyó Toshio—. Pues si tenemos el privilegio de poder mantener una formación, cuanto con tenerte en el frente, Lyndis. —Le dijo a la ogresa, que aparentemente podía transformarse literalmente en un monstruo destructor—. Yo te apoyaría junto a Meme desde atrás, pero si hay demasiados animales iré a tu lado.
Luego de echarle otro vistazo al pergamino, Toshio lo guardó en su portaobjetos y volvió a mirar a las chicas.
— Eso si tenemos que pelear, claro. Parece que la idea es hacerlo de forma limpia y sigilosa. ¿Os parece bien?
Mientras andaban, Toshio no podía evitar preguntarse qué clase de animales se encontrarían.
«Si son animales normales, no deberíamos tener ningún problema, pero si hay de esos Gebijuu...»
Solo pensarlo le daba escalofríos.
Lyndis y Meme explicaron entonces cuáles eran sus habilidades. A Lyndis se le daba bien el combate cuerpo a cuerpo y el elemento rayo, mientras que a Meme parecía dársele mejor el combate a distancia, con sus habilidades con el Fūton, el magnetismo y su uso del Suiken. Entre los tres parecían ser un equipo bastante bien equilibrado, siendo él el único que no se especializaba en nada especial, aunque ser un ninja todoterreno tenía sus ventajas.
— Guay. —Concluyó Toshio—. Pues si tenemos el privilegio de poder mantener una formación, cuanto con tenerte en el frente, Lyndis. —Le dijo a la ogresa, que aparentemente podía transformarse literalmente en un monstruo destructor—. Yo te apoyaría junto a Meme desde atrás, pero si hay demasiados animales iré a tu lado.
Luego de echarle otro vistazo al pergamino, Toshio lo guardó en su portaobjetos y volvió a mirar a las chicas.
— Eso si tenemos que pelear, claro. Parece que la idea es hacerlo de forma limpia y sigilosa. ¿Os parece bien?
Mientras andaban, Toshio no podía evitar preguntarse qué clase de animales se encontrarían.
«Si son animales normales, no deberíamos tener ningún problema, pero si hay de esos Gebijuu...»
Solo pensarlo le daba escalofríos.