3/01/2022, 05:19
Shiba sonrió al oír que Suzume tenía calor. Obviamente tenía que ver con estar tan apegada a ella, pero parecía que la propia kunoichi ya lo había descubierto por sí misma. Siempre se le olvidaba comentarle ese pequeño detalle a la gente. Normalmente, en la villa, todo el mundo ya era más o menos consciente de la peculiaridad de Shiba, pero fuera, había tenido que explicarlo un par de veces. Siempre era raro.
Sin embargo, Saki se puso a la defensiva, muy a la defensiva. Shiba alzó las manos de inmediato, para asegurar su inocencia. Lo último que quería era empezar una pelea por estar caliente.
— Hey, hey, no estoy preparando nada. Siempre estoy caliente, puedes tocarme si quieres. No llega a hacer daño, no te preocupes. Es como tocar una taza caliente. — acercaría la mano si Saki dejaba de amenazar con cortarsela poniendo la suya sobre la empuñadura de su arma. — Nací con ello, a veces se me olvida comentarlo.
Gesticuló un par de veces para restarle importancia.
Sin embargo, Saki se puso a la defensiva, muy a la defensiva. Shiba alzó las manos de inmediato, para asegurar su inocencia. Lo último que quería era empezar una pelea por estar caliente.
— Hey, hey, no estoy preparando nada. Siempre estoy caliente, puedes tocarme si quieres. No llega a hacer daño, no te preocupes. Es como tocar una taza caliente. — acercaría la mano si Saki dejaba de amenazar con cortarsela poniendo la suya sobre la empuñadura de su arma. — Nací con ello, a veces se me olvida comentarlo.
Gesticuló un par de veces para restarle importancia.