14/01/2022, 17:18
— Ey. ¿Te importa darme uno de esos, colega?
El chico plantó su mirada en el pelirrojo y sonrió con confianza.
— Así que has vuelto a por la revancha. — con una mirada detrás de Toshio pudo encontrar a Lyndis y Meme, sobre todo porque la segunda tenía la mirada clavada en él. — Y con refuerzos.
Su sonrisa desapareció por completo, suspiró y extendió la mano con uno de los panfletos hacia Toshio, pero una de las personas que estaba por los alrededores lo agarró pensando que era para ella.
— Me decepcionas. Pensaba que teníamos una estrecha relación de rivalidad sana y me vienes con dos kunoichis. En fin, no pasa nada. La cobardía es la norma entre los ninjas, lo entiendo. — volvió a extenderle otro panfleto, que volvió a ser cogido antes de que siquiera entrase en el alcance de Toshio.
— Pero tranquilo. Llegará nuestro momento.
Junto ambas manos en un solo sello y acto seguido explotó en una nube de panfletos que alcanzaría a todas esas personas tan deseosas de la oferta. Rodeado por la muchedumbre, Toshio le perdería la pista a su archienemigo, mientras que Meme, quien lo había estado vigilando, no sería capaz de seguir el movimiento, para ella podría haber ido a cualquier parte, o incluso haber desaparecido. Y Lyndis ni siquiera le había prestado atención.
La parte buena era que a Toshio no le costaría coger uno de los papeles que ahora se movían por el aire, balanceandose suavemente para caer al suelo por efecto de la gravedad.
El chico plantó su mirada en el pelirrojo y sonrió con confianza.
— Así que has vuelto a por la revancha. — con una mirada detrás de Toshio pudo encontrar a Lyndis y Meme, sobre todo porque la segunda tenía la mirada clavada en él. — Y con refuerzos.
Su sonrisa desapareció por completo, suspiró y extendió la mano con uno de los panfletos hacia Toshio, pero una de las personas que estaba por los alrededores lo agarró pensando que era para ella.
— Me decepcionas. Pensaba que teníamos una estrecha relación de rivalidad sana y me vienes con dos kunoichis. En fin, no pasa nada. La cobardía es la norma entre los ninjas, lo entiendo. — volvió a extenderle otro panfleto, que volvió a ser cogido antes de que siquiera entrase en el alcance de Toshio.
— Pero tranquilo. Llegará nuestro momento.
Junto ambas manos en un solo sello y acto seguido explotó en una nube de panfletos que alcanzaría a todas esas personas tan deseosas de la oferta. Rodeado por la muchedumbre, Toshio le perdería la pista a su archienemigo, mientras que Meme, quien lo había estado vigilando, no sería capaz de seguir el movimiento, para ella podría haber ido a cualquier parte, o incluso haber desaparecido. Y Lyndis ni siquiera le había prestado atención.
La parte buena era que a Toshio no le costaría coger uno de los papeles que ahora se movían por el aire, balanceandose suavemente para caer al suelo por efecto de la gravedad.