24/01/2022, 18:13
La chica que acaban de conocer no tardó ni un segundo en entrar casi arrasando con todo. Antes de que hubiera terminado de cerrar la puerta, ella ya estaba en el mostrador. Cuando llegaron a la mesa, no les dio tiempo a sentarse y esta ya había pedido comida y bebida, sin darle tiempo apenas a la camarera a hablar. Se la veía algo molesta, pero Saki no añadió ninguna palabra. Suzume corrió a sentarse al lado de Shiba, mientras la morena volvía a desprenderse de su abrigo que dejó doblado al lado de su asiento, tras colocarse frente a ellas.
— Agua, por favor — dijo levantando el dedo índice mientras observaba a la camarera.
Esperaría un poco con ansias la carta, mientras su mirada se perdía ligeramente en las paredes, techo y la decoración del local. Si no llega a ser por la edad de las tres, cualquiera hubiera podido decir que era una madre con sus dos hijas.
— Agua, por favor — dijo levantando el dedo índice mientras observaba a la camarera.
Esperaría un poco con ansias la carta, mientras su mirada se perdía ligeramente en las paredes, techo y la decoración del local. Si no llega a ser por la edad de las tres, cualquiera hubiera podido decir que era una madre con sus dos hijas.
¡Gracias a Ranko por el avatar!