25/01/2022, 13:02
Queria llorar. Queria abalanzarme sobre Katsudon, abrazarlo y llorar. Pero no lo hice. Llevaba evitando las lágrimas desde que ella se había marchado, y las evitaría hasta que la recuperase.
Por otra parte, era un alivio saber que no estaba solo, pero ahora podía entender un poco el punto de Yuuna. Íbamos en una misión suicida, no sabíamos lo que nos encontraríamos en el hierro. Tal vez un general, o tal vez el mismísimo Kurama lo había tomado como base de operaciones. Y Katsudon tenia mujer e hijos... Pero yo estaba en el otro lado de la moneda, en el lado de los que se dejan atrás por miedo, y sabía de sobra lo que se sentía. Además, Katsudon era fuerte, y Yuuna también. Si nos encontrábamos con un enemigo difícil, lo derrotariamos. Juntos.
Pero para eso, primero había que alcanzarla.
—Tienes que saber que no voy a buscarla para traerla de vuelta, voy a buscarla para luchar junto a ella. Si aún así te quieres venir... Bienvenido a la tripulación del peor pirata de Oonindo.
Era importante que supiera que no ibamos a rescatarla, si no a apoyarla en su lucha por recuperar el Pais del hierro. Si saliamos victoriosos de esa misión... Bueno, quizas Yuuna tampoco volviese al remolino, en cuyo caso... En fin, ya pensaría en ello cuando fuese el momento. Lo primero era alcanzar a Yuuna.
—Yuuna se ha llevado el barco, esperaba contar con la ayuda de Gyuuki, pensaba esperarlo hasta que anochezca y luego marcharme, con o sin él.
Aunque seria de gran ayuda para cruzar el mar, aunque fuera agarrado a uno de sus cuernos. Pero sinceramente, y aunque Katsudon si había aparecido, no esperaba que Gyuuki lo hicede. Aún así, aún me quedaba un pequeño rayo de esperanza en que la vida volviese a sorprenderme para bien. Gracias a Katsudon, claro.
—Si no aparece, habrá que alquilar un barco, a ser posible aquí, preferiria que esta vez tomasemos el camino corto.
Además, cuanto menos viaje en mar, menos tiempo de sufrimiento para Katsudon, que necesitaba tener la tierra a la vista. Por suerte, entre Uzushio y el hierro habia bastantes islas, el problema empezaría cuando las dejarán atras.
—Yo esperaré aquí por si aparece Gyuuki, tú deberías ir a casa, aunque no le digas nada a Hanabi, por lo menos despidete de tu familia. Y equipate con algo de ropa y comida de sobra para el viaje.
Podría sonar a que lo estaba echando para irme sin él o algo así. De hecho, y solo por si acaso...
—Te juro que no me ire de aquí sin tí, pero no tardes mucho, cuanto más nos demoremos, más lejos estará ella.
Por otra parte, era un alivio saber que no estaba solo, pero ahora podía entender un poco el punto de Yuuna. Íbamos en una misión suicida, no sabíamos lo que nos encontraríamos en el hierro. Tal vez un general, o tal vez el mismísimo Kurama lo había tomado como base de operaciones. Y Katsudon tenia mujer e hijos... Pero yo estaba en el otro lado de la moneda, en el lado de los que se dejan atrás por miedo, y sabía de sobra lo que se sentía. Además, Katsudon era fuerte, y Yuuna también. Si nos encontrábamos con un enemigo difícil, lo derrotariamos. Juntos.
Pero para eso, primero había que alcanzarla.
—Tienes que saber que no voy a buscarla para traerla de vuelta, voy a buscarla para luchar junto a ella. Si aún así te quieres venir... Bienvenido a la tripulación del peor pirata de Oonindo.
Era importante que supiera que no ibamos a rescatarla, si no a apoyarla en su lucha por recuperar el Pais del hierro. Si saliamos victoriosos de esa misión... Bueno, quizas Yuuna tampoco volviese al remolino, en cuyo caso... En fin, ya pensaría en ello cuando fuese el momento. Lo primero era alcanzar a Yuuna.
—Yuuna se ha llevado el barco, esperaba contar con la ayuda de Gyuuki, pensaba esperarlo hasta que anochezca y luego marcharme, con o sin él.
Aunque seria de gran ayuda para cruzar el mar, aunque fuera agarrado a uno de sus cuernos. Pero sinceramente, y aunque Katsudon si había aparecido, no esperaba que Gyuuki lo hicede. Aún así, aún me quedaba un pequeño rayo de esperanza en que la vida volviese a sorprenderme para bien. Gracias a Katsudon, claro.
—Si no aparece, habrá que alquilar un barco, a ser posible aquí, preferiria que esta vez tomasemos el camino corto.
Además, cuanto menos viaje en mar, menos tiempo de sufrimiento para Katsudon, que necesitaba tener la tierra a la vista. Por suerte, entre Uzushio y el hierro habia bastantes islas, el problema empezaría cuando las dejarán atras.
—Yo esperaré aquí por si aparece Gyuuki, tú deberías ir a casa, aunque no le digas nada a Hanabi, por lo menos despidete de tu familia. Y equipate con algo de ropa y comida de sobra para el viaje.
Podría sonar a que lo estaba echando para irme sin él o algo así. De hecho, y solo por si acaso...
—Te juro que no me ire de aquí sin tí, pero no tardes mucho, cuanto más nos demoremos, más lejos estará ella.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)