30/01/2022, 16:17
Teniendo el permiso implícito de Suzume para hablar tanto como quisiera, relajó a Shiba y viendo que ambas amejines estaban de acuerdo en que era más que adecuada para hacer de hada de verano, se rascó la nuca, negando con el brazo libre.
— Si es por el calor, supongo que sí. Pero no soy tan buena para ser un ser de luz y amor. Soy muy despistada y cómo habéis visto ya no tengo las cosas en cuenta y ofendo a gente con frecuencia. Además de que no es sólo hablando, trabajar en equipo me cuesta bastante. Incluso en el café molestaba a las otras camareras a veces porque hacía su trabajo. Cómo habéis visto a veces se ponen a actuar y eso las hacía retrasarse un poco con las comandas, así que yo me adelantaba siempre. Pero cada una tenía sus mesas y yo también debía hacer algo de interacción con el resto de hadas, y, bueno, iba mucho más por faena de lo que deberia. Al final, la dueña les dio más actuación al resto y más mesas a mi y todo salió bien, pero tuvo que molestarse por mi. No sé, creo que debería ser más consciente de las cosas.
Para cuando dejó de hablar, las bebidas ya estaban servidas, ni se había dado cuenta de cuando habían llegado y la camarera había agradecido que así fuera.
— Si es por el calor, supongo que sí. Pero no soy tan buena para ser un ser de luz y amor. Soy muy despistada y cómo habéis visto ya no tengo las cosas en cuenta y ofendo a gente con frecuencia. Además de que no es sólo hablando, trabajar en equipo me cuesta bastante. Incluso en el café molestaba a las otras camareras a veces porque hacía su trabajo. Cómo habéis visto a veces se ponen a actuar y eso las hacía retrasarse un poco con las comandas, así que yo me adelantaba siempre. Pero cada una tenía sus mesas y yo también debía hacer algo de interacción con el resto de hadas, y, bueno, iba mucho más por faena de lo que deberia. Al final, la dueña les dio más actuación al resto y más mesas a mi y todo salió bien, pero tuvo que molestarse por mi. No sé, creo que debería ser más consciente de las cosas.
Para cuando dejó de hablar, las bebidas ya estaban servidas, ni se había dado cuenta de cuando habían llegado y la camarera había agradecido que así fuera.