11/02/2022, 13:16
Suzaku se abalanzó sobre su hermana para detenerla. La empujó de los hombros, y ambas cayeron al suelo, rodando. Tanto el shuriken como la bandana tintinearon el uno contra el otro y quedaron a su flanco derecho, la punta del shuriken todavía clavada en la raja a medio marcar, antes de llegar al símbolo, como una broma cruel.
Umi escuchaba los gritos de Umi con una sonrisa.
—¡No es un símbolo en una bandana! —le gritó—. ¡Es mi promesa de protegerte! ¡De protegerlos a todos! ¡Pero especialmente a ti! ¿Por qué no puedes entenderlo? —gimoteó, y agachó la cabeza para que Umi no viera sus lágrimas—. No rajes esa bandana... No te conviertas en una... exiliada... Por favor...
Umi no dijo nada, levantó una de sus manos y señaló a la derecha.
El shuriken se había alzado por sí mismo, como por arte de magia, y rajaba la placa de la bandana de parte a parte. El sonido de metal contra metal se hizo casi insoportable.
Y entonces, Suzaku despertó del trance.
Umi, desde la rama, entrelazó las manos en tres rápidos sellos, y escupió una trompeta de agua que fue directa al pecho de su hermana (40 PV).
Umi escuchaba los gritos de Umi con una sonrisa.
—¡No es un símbolo en una bandana! —le gritó—. ¡Es mi promesa de protegerte! ¡De protegerlos a todos! ¡Pero especialmente a ti! ¿Por qué no puedes entenderlo? —gimoteó, y agachó la cabeza para que Umi no viera sus lágrimas—. No rajes esa bandana... No te conviertas en una... exiliada... Por favor...
Umi no dijo nada, levantó una de sus manos y señaló a la derecha.
El shuriken se había alzado por sí mismo, como por arte de magia, y rajaba la placa de la bandana de parte a parte. El sonido de metal contra metal se hizo casi insoportable.
Y entonces, Suzaku despertó del trance.
Umi, desde la rama, entrelazó las manos en tres rápidos sellos, y escupió una trompeta de agua que fue directa al pecho de su hermana (40 PV).