17/02/2022, 12:12
(Última modificación: 17/02/2022, 12:13 por Kaminari Chika. Editado 1 vez en total.)
Por suerte para los dos novatos, la hora punta de pedir misiones había pasado, lo cual dejaba el edificio del Morikage vacio en la recepción y ajetreado por todo lo demás. Habían funcionarios por aquí por allí, pasaban con papeles o se paraban a pedirle algo a un compañero antes de volver a su puesto.
Pero en la recepción solo estaban Meme y Kiozan y tras el mostrador un hombre de espaldas. No les prestó ninguna atención hasta que Kiozan dio el golpe en el mueble.
—Ey, no se preocupen, ha llegado Kiozan. A partir de hoy, me encargaré de toda misión que se me encargue.
El hombre, alto y de musculatura relevante, se giró lentamente, con calma. Cuando estuvo enfrentado a los dos genin, se dedicó a escudriñarlos un segundo con la mirada. Tenía una melena canosa y una barba igual de blanca que llegaban a confundirse. Vestía el chaleco clasico de los ninjas de alto rango y unos pantalones anchos. Su rostro estaba lleno de arrugas, con el ceño fruncido mientras observaba a sus interlocutores.
—Kuuran Meme. Estoy interesada en tomar una misión, muchas gracias.
Tras eso, devolvió la mirada a Kiozan y en un rapido movimiento, golpeó él mismo el mostrador.
— ¡Esa es la actitud, chico! ¡La confianza! ¡Eso es lo que se necesita!
El golpe que había dado Kiozan, apenas había hecho ruido, el mostrador era de la madera más resistente, tratada para aguantar tornados y terremotos. Cuando el anciano golpeó el mostrador, ni siquiera parecía haberse esforzado, y no solo sonó un chasquido de que algo se había partida, sino que apareció una pequeña brecha en la madera.
— Ay, dios, me he emocionado. — el ruido hizo que todos se girasen hacia ellos, para ver que se trataba de Shiten y volver a lo suyo. — Senju Shiten, así que dos novatos. Bueno, bueno, os dejaré elegir por la muestra de confianza, ¿qué quereis? ¿Pasear perros? ¿Hacer mil abdominales? ¿Barnizar la Academia? ¿Dar cien vueltas corriendo a la villa?
Les preguntó mientras se giraba de nuevo para rebuscar entre los pergaminos de las misiones.