21/02/2022, 13:41
—Sólo dije que Shiba-san también es muy guapa.
Shiba sonrió al oirla, esta vez con claridad.
— Es todo un cumplido viniendo de ti, Suzume-chan.
—¡Estás totalmente invitada a mis conciertos! Aunque... pues... últimamente he estado con lo de volverme shinobi, y no he programado presentaciones todavía... Bueno, además de que por el momento sólo me presento en Amegakure, así que... ahm... cuando me presente fuera de la Aldea, ¡puedes venir!
— Oh, es una pena. Espero que cuando lo hagas fuera de la tu aldea sea en el País del Bosque, aunque iré allá donde sea para verte. Uy, ahora ya me estoy emocionando de pensarlo. Seguro que estás genial cuando actuas. Aunque nunca he ido a un concierto, sí que he visto algunos escenarios por aquí y por allá, pero nunca ninguno con una belleza como tú encima. Tiene que ser impresionante.
—¿Ah? ¡Pero si eso hacen los alumnos! Si no sabes, hay que preguntar, ¿no? ¡Para eso están los maestros, para enseñar! —
— Sí, supongo, pero preguntar por qué el cielo se pone rojo en mitad de clase de Taijutsu igual no es lo más adecuado. Siempre acababa pensando en mis cosas en vez de prestar atención a lo que me estaban explicando. Es que todo iba tan lento que me aburría, todo se aprende con práctica, la teoria debería solo lo indispensable. No voy a aprender a hacer Ninjutsu estando sentada un año oyendo como hablan del Ninjutsu.
Mientras Shiba soltaba su discurso, la camarera apareció con la carne y encendió la barbacoa que había en el centro de la mesa. Trajo todo lo que había pedido Shiba.
— ¡Si me puedes traer más agua, por favor! — gritó la pelirroja cuando la chica ya se estaba marchando. — ¿Quereis más bebida, chicas?
La camarera volvería a la mesa y esperaría a que el resto hablasen, seguía molesta con Shiba pero parecía estar acostumbrada a todo tipo de clientes raros.
— Me asignaron a Suzume como pupila para instruirla en su formación debida a mis altas notas
Shiba esperaría a que la camarera se fuese para hablar, porque ahora se estaba controlando por el bien de la mencionada.
— Oh, ¿es Suzume-chan una estudiante problematica? ¿Es por el trabajo de idol o es que es un poco rebelde? ¿O ambas? ¿No hace caso a sus superiores? Suzume-chan, tienes que portarte bien.
Había saltado de la introducción a las conclusiones sin leer absolutamente nada más, ahora miraba a la pelirroja con preocupación, casi reprendiendola.
Shiba sonrió al oirla, esta vez con claridad.
— Es todo un cumplido viniendo de ti, Suzume-chan.
—¡Estás totalmente invitada a mis conciertos! Aunque... pues... últimamente he estado con lo de volverme shinobi, y no he programado presentaciones todavía... Bueno, además de que por el momento sólo me presento en Amegakure, así que... ahm... cuando me presente fuera de la Aldea, ¡puedes venir!
— Oh, es una pena. Espero que cuando lo hagas fuera de la tu aldea sea en el País del Bosque, aunque iré allá donde sea para verte. Uy, ahora ya me estoy emocionando de pensarlo. Seguro que estás genial cuando actuas. Aunque nunca he ido a un concierto, sí que he visto algunos escenarios por aquí y por allá, pero nunca ninguno con una belleza como tú encima. Tiene que ser impresionante.
—¿Ah? ¡Pero si eso hacen los alumnos! Si no sabes, hay que preguntar, ¿no? ¡Para eso están los maestros, para enseñar! —
— Sí, supongo, pero preguntar por qué el cielo se pone rojo en mitad de clase de Taijutsu igual no es lo más adecuado. Siempre acababa pensando en mis cosas en vez de prestar atención a lo que me estaban explicando. Es que todo iba tan lento que me aburría, todo se aprende con práctica, la teoria debería solo lo indispensable. No voy a aprender a hacer Ninjutsu estando sentada un año oyendo como hablan del Ninjutsu.
Mientras Shiba soltaba su discurso, la camarera apareció con la carne y encendió la barbacoa que había en el centro de la mesa. Trajo todo lo que había pedido Shiba.
— ¡Si me puedes traer más agua, por favor! — gritó la pelirroja cuando la chica ya se estaba marchando. — ¿Quereis más bebida, chicas?
La camarera volvería a la mesa y esperaría a que el resto hablasen, seguía molesta con Shiba pero parecía estar acostumbrada a todo tipo de clientes raros.
— Me asignaron a Suzume como pupila para instruirla en su formación debida a mis altas notas
Shiba esperaría a que la camarera se fuese para hablar, porque ahora se estaba controlando por el bien de la mencionada.
— Oh, ¿es Suzume-chan una estudiante problematica? ¿Es por el trabajo de idol o es que es un poco rebelde? ¿O ambas? ¿No hace caso a sus superiores? Suzume-chan, tienes que portarte bien.
Había saltado de la introducción a las conclusiones sin leer absolutamente nada más, ahora miraba a la pelirroja con preocupación, casi reprendiendola.