24/02/2022, 12:39
Cuando Suzaku volvió a recobrar la consciencia, lo primero que sintió fue un peso sobre su torso. El brazo de Umi rodeaba su cintura, y ahora su hermana dormía profundamente a su lado con el maquillaje de sus ojos corrido por las lágrimas. La menor apartó la mirada, irritada, e intentando aguantar el dolor que le producían las múltiples heridas que había sufrido durante el transcurso del combate, retiró el brazo de su hermana con sumo cuidado para no despertarla y después se reincorporó. Al menos aún conservaba su bandana, comprobó enseguida.
«Como si fuera a dejar de ser kunoichi sólo porque me la quitara.» Pensó, obstinada como ella sola.
Subió la colina desde la que habían caído rodando, y contempló con tristeza la cesta y la manta del picnic que habían quedado allí abandonadas. Con el empeño que le había puesto a sus sandwiches... Suzaku terminó por sacudir la cabeza y le dio la espalda, encaramándose a lo alto de la colina.
Jabalí, Caballo, Tigre. Sus manos se entrelazaron cuidadosamente. Concentrada en moldear el chakra desde el interior de su estómago, Suzaku inspiró hondo y después sopló con todas sus fuerzas.
«¡¡Katon: Gōkakyū no Jutsu!!»
Pero de entre sus labios apenas surgió una débil llamita que no tardó más de un segundo en desvanecerse en el aire.
—¡Maldita sea! —bramó, dando una patada en el suelo fruto de la exasperación.
La Técnica de la Gran Bola de Fuego era una de las técnicas insigne del clan Uchiha. De hecho, se consideraba que un miembro del clan ya era un miembro adulto y maduro cuando aprendía a dominarla. Pero a Suzaku siempre se le había resistido. Por mucho que lo intentara, por mucho que practicara, no conseguía sacar más que una débil boluta de fuego. O humo, con el que terminaba atragantándose. Pero se negaba en rotundo a pedir ayuda a nadie. Especialmente a su hermana.
«Como si fuera a dejar de ser kunoichi sólo porque me la quitara.» Pensó, obstinada como ella sola.
Subió la colina desde la que habían caído rodando, y contempló con tristeza la cesta y la manta del picnic que habían quedado allí abandonadas. Con el empeño que le había puesto a sus sandwiches... Suzaku terminó por sacudir la cabeza y le dio la espalda, encaramándose a lo alto de la colina.
Jabalí, Caballo, Tigre. Sus manos se entrelazaron cuidadosamente. Concentrada en moldear el chakra desde el interior de su estómago, Suzaku inspiró hondo y después sopló con todas sus fuerzas.
«¡¡Katon: Gōkakyū no Jutsu!!»
Pero de entre sus labios apenas surgió una débil llamita que no tardó más de un segundo en desvanecerse en el aire.
—¡Maldita sea! —bramó, dando una patada en el suelo fruto de la exasperación.
La Técnica de la Gran Bola de Fuego era una de las técnicas insigne del clan Uchiha. De hecho, se consideraba que un miembro del clan ya era un miembro adulto y maduro cuando aprendía a dominarla. Pero a Suzaku siempre se le había resistido. Por mucho que lo intentara, por mucho que practicara, no conseguía sacar más que una débil boluta de fuego. O humo, con el que terminaba atragantándose. Pero se negaba en rotundo a pedir ayuda a nadie. Especialmente a su hermana.