1/03/2022, 11:34
No me importaba esperar un poquito más de la cuenta siempre y cuando dicha espera no fuese extremadamente larga, tirando a eterna. Por suerte, las suplicas de la uzujin y la kusajin no se harían de rogar mucho más. el cocinero acompañado de dos personas más se acercaron a la mesa cargados con los platos que habíamos pedido.
— ¡Ahí están, qué hambre!
Depositaron los platos sobre la mesa. Meme tenía ante si una sopa de miso de lo más triste y resultaba demasiado sencilla a la vista. Pero las mayores decepciones fueron los platos que habíamos pedido Suzaku y yo. La pelirosa tenía ante si un bol con bolas de takoyaki que destilaban un apestoso aroma a vinagre que echaba para atrás. El rostro de la muchacha así lo indicaba. La pizza que pusieron delante de mis morros, si es que se la podía llamar así, tenía una forma de lo más extraña en una pizza. Sin embargo, la peor parte era lo que llevaba dentro. Debí suponerlo. No estábamos demasiado lejos de la costa y la pizza lugareña llevaba demasiado pescado. Mi rostro era todo un poema.
—Ll-eva pes..cado, mucho pescado
«Y encima está fría de narices»
Fue nada más poner la mano en el plato que lo pude sentir. Podía soportar lo del pescado, ¿pero una pizza fría nada más llegar a la mesa?
— ¡¡Oiga, camarero, esto está helado!!
Al menos que tuviesen la delicadeza de calentármelo un poco.