7/03/2022, 18:11
La mujer que nos había llevado desde el centro de la aldea hasta aquel recóndito lugar cerró la puerta de entrada al local con llave. Mis sospechas se hicieron realidad.
—No está crudo, así se come aquí. Y nuestra pizza también se come así, es algo tradicional.
[p=turquoise]Maldita sea, no debimos aceptar la jodida invitación[/sub]
—Si no les gusta, no lo coman, pero sus pedidos están ya hechos. Tendrán que pagar de todas maneras.
Primero fue Meme quién se negó a comerse lo que le habían traído. Luego fue Suzaku la que tildó a los presentes de estafadores. No quise interrumpirlas, pero yo, que me había llevado la peor parte de la cuenta de aquella estafa si que no estaba por la labor ni de comer ni de pagar por aquello. Mis ojos se tintaron con el semblante del sharingan, Suzaku podría saberlo al instante después de que hiciese un breve contacto visual con ella.
— Activa el sharingan, Suzaku, necesitamos todos los ojos posibles — luego quise compartir mi fría mirada con Meme. — también contamos contigo, Meme-san
Acto seguido me levanté como un resorte, dando una sonora palmada contra le mesa y la silla irremediablemente salió despedida hacia atrás. Esta vez mi mirada, aquella que ahora tenía inyectada en sangre, buscó a aquellos que nos habían traído hasta aquel lugar.
— Creo que no has entendido cómo está la situación — le dije al tipo que insistía en que debíamos pagar. — Lo que va a pasar ahora es lo siguiente: vais a abrir la puerta y nosotros nos vamos a ir sin pagar.
Volví a mirar a mis compañeras y asentí con la cabeza. esperaba que se levantasen de sus respectivas sillas y no se amedrentasen. Mi confianza en ellas era absoluta.
— De hecho... te sugeriria que te pensases muy bien tu respuesta. Las cosas se podrían a llegar a poner muy feas en caso de una respuesta incorrecta
—No está crudo, así se come aquí. Y nuestra pizza también se come así, es algo tradicional.
[p=turquoise]Maldita sea, no debimos aceptar la jodida invitación[/sub]
—Si no les gusta, no lo coman, pero sus pedidos están ya hechos. Tendrán que pagar de todas maneras.
Primero fue Meme quién se negó a comerse lo que le habían traído. Luego fue Suzaku la que tildó a los presentes de estafadores. No quise interrumpirlas, pero yo, que me había llevado la peor parte de la cuenta de aquella estafa si que no estaba por la labor ni de comer ni de pagar por aquello. Mis ojos se tintaron con el semblante del sharingan, Suzaku podría saberlo al instante después de que hiciese un breve contacto visual con ella.
— Activa el sharingan, Suzaku, necesitamos todos los ojos posibles — luego quise compartir mi fría mirada con Meme. — también contamos contigo, Meme-san
Acto seguido me levanté como un resorte, dando una sonora palmada contra le mesa y la silla irremediablemente salió despedida hacia atrás. Esta vez mi mirada, aquella que ahora tenía inyectada en sangre, buscó a aquellos que nos habían traído hasta aquel lugar.
— Creo que no has entendido cómo está la situación — le dije al tipo que insistía en que debíamos pagar. — Lo que va a pasar ahora es lo siguiente: vais a abrir la puerta y nosotros nos vamos a ir sin pagar.
Volví a mirar a mis compañeras y asentí con la cabeza. esperaba que se levantasen de sus respectivas sillas y no se amedrentasen. Mi confianza en ellas era absoluta.
— De hecho... te sugeriria que te pensases muy bien tu respuesta. Las cosas se podrían a llegar a poner muy feas en caso de una respuesta incorrecta