11/03/2022, 19:45
—¡Hey! No soy tan débil. ¡Quisiera verte intentarlo, Shiba-san! ¡Jum!
Shiba sonrió, desafiante esta vez.
— Eso haremos en cuanto acabemos de comer, no te preocupes.
Solo había confianza en su voz, y tal vez algo de picardía. Era divertido hablar con Suzume, en vez de verse amilanada por las palabras de Shiba, se le encaraba, sería divertido entrenar con ella, fuese cual fuese el resultado.
Estaba en pleno proceso de volver a comer cuando las palabras de Suzume volvieron a resonar por el lugar.
—. ¡Oh! Shiba-san, ¡Yo podría intentar ser tu pareja! Ah... Me refiero... Senpai podría enseñarte, y yo te ayudo a practicar... Diría que mis pasos en el escenario son decentes.
La primera parte la pilló algo desprevenida, un trozo de carne casi se le va por donde no debía y empezó a toser, bebiendo agua a posteriori para que al trozo acabase de caer por donde debía. Una vez recuperada, rio levemente.
— Hablar rápido y comer rápido no es una buena combinación. — aclaró antes de contestar a las chicas. — Claro, me encantaría que me enseñases, Saki-san. Y seguro que serías una pareja de baile maravillosa, Suzume-chan, pero no vas a escaquearte de entrenar. Primero el deber y después el baile.
Le sonrió de nuevo. Tal vez se habían dado cuenta de que esta vez Shiba había sido bastante breve en sus intervenciones, era porque había empezado a comer y ahora no podía parar. Volvió a pedirle a la camarera que trajese otra ronda de exactamente lo mismo, incluidos los boles de arroz. La pelirroja se metía arroz entre trozo de carne y trozo de carne, sin dejar de masticar y tragar.
No, no era raro que casi se atragantase.
Shiba sonrió, desafiante esta vez.
— Eso haremos en cuanto acabemos de comer, no te preocupes.
Solo había confianza en su voz, y tal vez algo de picardía. Era divertido hablar con Suzume, en vez de verse amilanada por las palabras de Shiba, se le encaraba, sería divertido entrenar con ella, fuese cual fuese el resultado.
Estaba en pleno proceso de volver a comer cuando las palabras de Suzume volvieron a resonar por el lugar.
—. ¡Oh! Shiba-san, ¡Yo podría intentar ser tu pareja! Ah... Me refiero... Senpai podría enseñarte, y yo te ayudo a practicar... Diría que mis pasos en el escenario son decentes.
La primera parte la pilló algo desprevenida, un trozo de carne casi se le va por donde no debía y empezó a toser, bebiendo agua a posteriori para que al trozo acabase de caer por donde debía. Una vez recuperada, rio levemente.
— Hablar rápido y comer rápido no es una buena combinación. — aclaró antes de contestar a las chicas. — Claro, me encantaría que me enseñases, Saki-san. Y seguro que serías una pareja de baile maravillosa, Suzume-chan, pero no vas a escaquearte de entrenar. Primero el deber y después el baile.
Le sonrió de nuevo. Tal vez se habían dado cuenta de que esta vez Shiba había sido bastante breve en sus intervenciones, era porque había empezado a comer y ahora no podía parar. Volvió a pedirle a la camarera que trajese otra ronda de exactamente lo mismo, incluidos los boles de arroz. La pelirroja se metía arroz entre trozo de carne y trozo de carne, sin dejar de masticar y tragar.
No, no era raro que casi se atragantase.