26/03/2022, 18:08
Con la aprobación de Saki, Shiba se acercó a Suzume, ya más que preparada para empezar a entrenar. De nuevo, la pelirroja no se estaba quieta, se movía de un lado a otro en el mismo sitio, cambiando el peso de pie y a la espera de que la amejin contestase algo que aún estaba diciendole.
— Entonces, ¿quieres salir ya? Creo que había un parque por aquí cerca. A estas horas no debería haber mucha gente. Mientras no hagamos ninguna locura ni ninguna técnica demasiado destructiva podemos entrenar allí. Bailar ya será más complicado, pero eso ya lo veremos después. También habrá que ver como sales del entrenamiento. Intentaré contenerme pero cuando me emociono pierdo un poco la noción del control. — rio levemente, emocionada. — Pero no te preocupes, evitaré tu cara. No me perdonaría dejarte una sola marca en ella. Y seguramente Saki me mataría por ello si afecta a tu carrera de idol.
No parecía decir nada de ello con mala intención, solo con la más pura emoción que quitaba los pocos filtros que tenía Shiba.
— Entonces, ¿quieres salir ya? Creo que había un parque por aquí cerca. A estas horas no debería haber mucha gente. Mientras no hagamos ninguna locura ni ninguna técnica demasiado destructiva podemos entrenar allí. Bailar ya será más complicado, pero eso ya lo veremos después. También habrá que ver como sales del entrenamiento. Intentaré contenerme pero cuando me emociono pierdo un poco la noción del control. — rio levemente, emocionada. — Pero no te preocupes, evitaré tu cara. No me perdonaría dejarte una sola marca en ella. Y seguramente Saki me mataría por ello si afecta a tu carrera de idol.
No parecía decir nada de ello con mala intención, solo con la más pura emoción que quitaba los pocos filtros que tenía Shiba.