1/04/2022, 14:13
Rápida y veloz, la chica respondió al Senju que lo importante era responderse a una sencilla pregunta: ¿Qué puedo hacer yo para ayudar con esto?. La verdad, razón no le faltaba, pero habían demasiadas cosas que podía en contra de las que debía hacer. La pregunta era sencilla, pero en ocasiones la respuesta es compleja. Sin embargo, la chica comenzó a explicar que en su caso particularmente, tan solo estorbaría. No se veía capaz de mantenerse en un campo de batalla sin entorpecer o molestar a las tropas propias. En realidad, ésto le hacía a Siete preguntarse una nueva incógnita: ¿Si no te ves luchando en un campo de batalla, porqué hacerse genin?
—Entiendo...
Poco después, Yakiniku trató de sincerarse. Sentenció que en realidad, ganase quien ganase la guerra, para ella todo seguiría igual. Quizás era un punto de vista. SU punto de vista. Pero en realidad, por lo que tenía entendido Hayato, las cosas sí que iban a cambiar para todos. Si ganaba la guerra un demonio que quería erradicar la enfermedad de la tierra —Las personas.—, ¿quién le aseguraba que todo iba a ir "normal"?
Nadie.
A Hayato no le gustaba ser negativo, ni hablar demasiado sobre lo que realmente no entendía... pero estaba claro que si Kurama ganaba, nada volvería a ser como siempre. Por eso mismo él, que no quería involucrarse, había terminado en el saco.
—La verdad, no estoy muy convencido de que todo pueda seguir "como siempre" si gana Kurama... —Terminó por admitir. —En una guerra convencional, un enemigo busca eliminar a toda fuerza oponente. Elimina bases, fortificaciones, aldeas, puntos de interés, y trata de destrozar armas o abastecimiento de las mismas. Si a eso le sumas que en éste caso quiere esclavizar o matar a las personas, el resultado no puede ser bueno... como mínimo va a querer matar a todo shinobi, pues somos "armas". Por mucho que nos escondamos, o por mucho que huyamos, terminará afectándonos. Y que conste que yo soy el último al que le gustase ir a la guerra... la guerra no es un buen negocio. Y para nada soy de los mejores shinobis, o habilidoso con técnicas. Pero a veces, hay cosas inevitables.
—Entiendo...
Poco después, Yakiniku trató de sincerarse. Sentenció que en realidad, ganase quien ganase la guerra, para ella todo seguiría igual. Quizás era un punto de vista. SU punto de vista. Pero en realidad, por lo que tenía entendido Hayato, las cosas sí que iban a cambiar para todos. Si ganaba la guerra un demonio que quería erradicar la enfermedad de la tierra —Las personas.—, ¿quién le aseguraba que todo iba a ir "normal"?
Nadie.
A Hayato no le gustaba ser negativo, ni hablar demasiado sobre lo que realmente no entendía... pero estaba claro que si Kurama ganaba, nada volvería a ser como siempre. Por eso mismo él, que no quería involucrarse, había terminado en el saco.
—La verdad, no estoy muy convencido de que todo pueda seguir "como siempre" si gana Kurama... —Terminó por admitir. —En una guerra convencional, un enemigo busca eliminar a toda fuerza oponente. Elimina bases, fortificaciones, aldeas, puntos de interés, y trata de destrozar armas o abastecimiento de las mismas. Si a eso le sumas que en éste caso quiere esclavizar o matar a las personas, el resultado no puede ser bueno... como mínimo va a querer matar a todo shinobi, pues somos "armas". Por mucho que nos escondamos, o por mucho que huyamos, terminará afectándonos. Y que conste que yo soy el último al que le gustase ir a la guerra... la guerra no es un buen negocio. Y para nada soy de los mejores shinobis, o habilidoso con técnicas. Pero a veces, hay cosas inevitables.