5/04/2022, 00:10
Y de repente, Suzume se vino arriba. Siempre había estado un paso por encima de las personas normales, dos por debajo de Shiba, en cuanto a energia se refería. Más bien desprendía una ilusión dificil de catalogar. Sin embargo, al empezar a cantar, se acentuó notablemente el brillo natural de la pelirroja. Como si su voz fuese un faro que iluminaba el oceano de su hermosura. Clavó sus ojos en ella y no volvieron a separarse en lo que duró la canción, ni después.
Suzume se movía por el lugar sin dejar de cantar y agarró a Saki que acababa de salir y la trajo hasta Shiba, para después agarrar su mano también y seguir bailando y cantando. Shiba seguiría los movimientos sin abrir la boca para nada más que no fuese sonreir. Finalmente, cuando Suzume diese por finalizada la actuación, soltaría su mano para aplaudirle.
— Es impresionante, Suzume-chan. ¡Cantas todavía mejor de lo que esperaba!
Era tan sincera que casi quemaba, como su tacto.
Suzume se movía por el lugar sin dejar de cantar y agarró a Saki que acababa de salir y la trajo hasta Shiba, para después agarrar su mano también y seguir bailando y cantando. Shiba seguiría los movimientos sin abrir la boca para nada más que no fuese sonreir. Finalmente, cuando Suzume diese por finalizada la actuación, soltaría su mano para aplaudirle.
— Es impresionante, Suzume-chan. ¡Cantas todavía mejor de lo que esperaba!
Era tan sincera que casi quemaba, como su tacto.