12/04/2022, 21:21
Saki se veía tan linda sonrojada. ¡Ojalá Suzume pudiera verla así más a menudo! Y la mirada de Shiba... ¡Suzume sentía que ardía de tan solo sentir sus ojos fijos en ella! El rubor no se iba del rostro de la pelirroja, quien se puso a juguetear con un mechón de cabello en lo que escuchaba atentamente la pregunta de la morena y la respuesta de la pelinaranja.
—¡Te seguimos, Shiba-san! ¡Enséñanos! —dijo con de lo más animada —. No creo que destrocemos un parque entre las tres, ja ja ja...
—¡Te seguimos, Shiba-san! ¡Enséñanos! —dijo con de lo más animada —. No creo que destrocemos un parque entre las tres, ja ja ja...