18/04/2022, 15:45
Shiba esquivó su beso, mas no su patada. Claro, la fuerza de Suzume dejaba mucho qué desear, así que no hizo mucho daño. Al contrario, le sirvió a la pelinaranja para detenerla y azotarla contra el suelo. Suzume soltó un quejido al chocar contra la arena, aunque pronto se sintió mucho mejor cuando Shiba subió encima de ella y la intentó inmovilizar.
—¿Rendirme? ¿No ibas a romperme como una ramita? —le dijo para provocarla.
Estando a como estaba, no podía hacer mucho, así que levantó una rodilla con toda la fuerza que pudo para golpear a Shiba en la espalda [-13PV]. Si impactaba, intentaría desequilibrarla, quitarla de encima y rodar para apartarse de ella. Si no lograba quitársela, repetiría el rodillazo.
—¿Rendirme? ¿No ibas a romperme como una ramita? —le dijo para provocarla.
Estando a como estaba, no podía hacer mucho, así que levantó una rodilla con toda la fuerza que pudo para golpear a Shiba en la espalda [-13PV]. Si impactaba, intentaría desequilibrarla, quitarla de encima y rodar para apartarse de ella. Si no lograba quitársela, repetiría el rodillazo.