18/04/2022, 16:07
(Última modificación: 18/04/2022, 16:07 por Tsukiyama Daigo.)
Después de casi literalmente haber hecho explotar al gran animal, Toshio se irguió y se limpió el sudor de la frente, sonriendo.
— ¿Estás bien, Lyndis? —Le preguntó a su compañera—. Siento no haberte podido ayudar más. Pareces malherida.
Se bajó del jabalí y empezó a caminar de vuelta a la sala. Parecía que los animales más pequeños habían decidido huir.
— Todavía tenemos que destruir los nidos, pero no creo que opongan resistencia. —Les dijo—. ¿Pueden aguantar un poco más?
— ¿Estás bien, Lyndis? —Le preguntó a su compañera—. Siento no haberte podido ayudar más. Pareces malherida.
Se bajó del jabalí y empezó a caminar de vuelta a la sala. Parecía que los animales más pequeños habían decidido huir.
— Todavía tenemos que destruir los nidos, pero no creo que opongan resistencia. —Les dijo—. ¿Pueden aguantar un poco más?