29/04/2022, 15:45
La fuerza con la que Shiba le detuvo le hizo soltar un suspiro y una risita.
—¿Cansada? N-no... No sé... Sólo... Adolorida, creo. Parece que sí me puedes romper como a una ramita, ¿Eh? —dijo sin apartar la mirada de ella. Algo le atraía más y más hacia ella. Casi sin querer, su voz se volvió un susurro—. No sé si... Si la arena de aquí sea adecuada para bailar. Creo que... Necesitaremos un mejor sitio. Creo que...
Tragó saliva. No estaba segura de lo que hacía, ni de si era buena idea, ni de si Saki lo aprobaría. Pero la intensa mirada de la Kusajin le convenció de soltar las palabras.
—Creo que nuestra habitación de hotel es suficientemente amplia.
—¿Cansada? N-no... No sé... Sólo... Adolorida, creo. Parece que sí me puedes romper como a una ramita, ¿Eh? —dijo sin apartar la mirada de ella. Algo le atraía más y más hacia ella. Casi sin querer, su voz se volvió un susurro—. No sé si... Si la arena de aquí sea adecuada para bailar. Creo que... Necesitaremos un mejor sitio. Creo que...
Tragó saliva. No estaba segura de lo que hacía, ni de si era buena idea, ni de si Saki lo aprobaría. Pero la intensa mirada de la Kusajin le convenció de soltar las palabras.
—Creo que nuestra habitación de hotel es suficientemente amplia.